5 consejos para facilitar la convivencia de un gato y tu bebé
Con la llegada a casa de un recién nacido, hay algunos cambios que es preciso hacer. ¿Cómo podemos facilitar la convivencia de un gato y tu bebé?
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La convivencia de un gato y tu bebé suele ser complicada al principio. Si la mascota está acostumbrada a estar sola en el hogar, tendrá que pasar por un proceso de adaptación. En la práctica, los felinos no se muestran indiferentes a la llegada de un recién nacido. Los llantos, ruidos y olores fuertes son percibidos por este animal cuyos sentidos son bastante intensos. Este encuentro sería equivalente a lo que pasaría si un ser humano se encontrara con un extraterrestre. La buena noticia, es que los dueños adultos pueden tomar medidas para evitar una mala experiencia.
El problema de la adaptación entre gato y bebé se divide en dos partes. Por un lado, los gatos son animales que no se adaptan con facilidad a los cambios. Además, los bebés no tienen conocimientos previos que les permitan acercarse a la mascota de la forma adecuada. Para evitar esto, te daremos cinco consejos útiles para fomentar una socialización adecuada.
Debemos evitar los celos en el gato
Cuando nace un bebé se suele poner mucha atención en él, descuidando un poco a la mascota. Igual que ocurriría con un niño, los gatos también perciben esta actitud en sus dueños. Por supuesto, esta percepción fomenta que la relación entre el animal y el recién nacido comience en malos términos. En un principio, lo correcto es seguir atendiendo y consintiendo al felino de la casa.
No permitas que el gato tenga fácil acceso al recién nacido
Siendo difícil la adaptación al inicio, lo prudente es vigilar la interacción del gato con el bebé. Cada contacto entre ambos debe ser controlado, en especial mientras el pequeño de la casa es totalmente indefenso. Si el animal se aproxima, lo correcto es evitar un contacto agresivo. Una de las recomendaciones claves es restringir los accesos al cuarto del niño, sobre todo cuando este duerme.
No hagas cambios repentinos en la vida de tu mascota
La llegada de un nuevo miembro familiar suele suponer cambios en la distribución del hogar. De hecho, es normal que los dueños deban mover la caja de arena o el espacio en donde el gato come. Ahora bien, lo prudente es ir realizando estos cambios desde antes que el bebé nazca. De esa forma, el animal no asociará todo lo que le ocurre con la estadía del recién nacido.
La convivencia de un gato y tu bebé depende de los olores
El tema de los olores es primordial en los gatos. Por eso cuando un recién nacido llega, el felino comienza a percibir cambios que no son de su agrado. Un excelente truco es agarrar una manta usada por el bebé y colocársela a la mascota. De esa forma, el gato se familiarizará con el recién nacido.
Cuidado con las alergias
Es fundamental verificar si el niño desarrolla alergias hacia el pelaje del gato. En este sentido, los dueños deben ser cuidadosos de verificar la piel del bebé. Si notamos algo extraño, lo correcto es dirigirnos al pediatra y buscar alguna solución.
Estos consejos son suficientes para facilitar la convivencia de un gato y tu bebé. Con el tiempo, verás como todo se normaliza y ambos se convierten en grandes amigos. Un poco de vigilancia te será suficiente para favorecer la relación.
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