La historia detrás del ‘Caso Escámez’: así fue la mayor estafa de la Lotería de Navidad
Miguel Escámez fue condenado a 22 años de prisión
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La Lotería de Navidad es una de las tradiciones más esperadas en España, marcando el inicio de las fiestas navideñas con el sorteo más grande y antiguo del país. Desde su creación en 1812, ha sido una fuente de esperanza para millones de españoles, quienes compran décimos con la ilusión de cambiar sus vidas al escuchar los números premiados. Sin embargo, esta tradición también ha sido objeto de controversias y escándalos, como el famoso «Caso Escámez», que desveló una de las mayores estafas en la historia de la Lotería de Navidad.
En 1951, Miguel Escámez, quien estaba al cargo de las administraciones de lotería sevillanas «La Europa» y «Doña Francisquita», ideó un planpara enriquecerse a través de la Lotería de Navidad. Escámez imprimió miles de participaciones falsas correspondientes a los números 02704 y 02703, vendiéndolas a personas de toda España. La estrategia era simple: ofrecer participaciones a un precio ínfimo de una peseta por un número que no tenía posibilidad de ganar. Sin embargo, para su sorpresa, el número que había elegido terminó siendo premiado, desatando un gran escándalo a nivel nacional.
La curiosa historia del ‘Caso Escámez’
El escándalo del «Caso Escámez» tuvo lugar en 1951, cuando Miguel Escámez, un lotero sevillano, urdió un plan para enriquecerse a expensas de la Lotería de Navidad. Como administrador las loterías ‘»La Europa» y «Doña Francisquita», Escámez imprimió un gran número de participaciones falsas de los números 02704 y 02703. Su plan consistía en vender estas participaciones por una peseta, confiando en que el número elegido no resultaría premiado. Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada: el 02704 fue agraciado con «El Gordo», lo que dio lugar una cadena de eventos que culminaría en su caída.
A pesar de haber adquirido solo un billete del número ganador, Escámez había vendido miles de participaciones a personas de toda España. Esto significaba que la cuantía que debía pagar a los supuestos ganadores superaba con creces su capacidad financiera. Al principio, intentó cumplir con sus promesas utilizando el dinero que había recaudado de las ventas. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no tenía suficientes fondos para satisfacer las demandas de todos los que reclamaban su premio, y las denuncias comenzaron a llegar a la policía.
La Brigada de Investigación Criminal de Sevilla se hizo cargo del caso y, en poco tiempo, descubrió la magnitud de la estafa. Aunque la policía nunca pudo determinar con precisión cuántas participaciones falsas había vendido Escámez, él mismo afirmó haber colocado más de 60.000 participaciones. Esto afectó a aproximadamente 5.000 personas que, tras comprar participaciones a un precio de una peseta, creían haber ganado un premio de 7.500 pesetas, equivalentes a unos 2,700 euros actuales. Sin embargo, su ilusión se desvaneció rápidamente al enterarse de que el premio no existía.
Los afectados acudieron a la comisaría de la calle Peral para formalizar sus denuncias, pero las posibilidades de recuperar su dinero eran mínimas. La situación se tornó aún más complicada cuando la Audiencia Provincial de Sevilla se negó a responsabilizar al Estado por la situación. Después de más de una década de espera, el proceso de reparto de los escasos fondos provenientes de los únicos billetes ganadores se volvió un laberinto burocrático, y la justicia apenas pudo ofrecer un alivio a las víctimas.
Finalmente, en julio de 1956, se dictó sentencia. Miguel Escámez fue condenado a 12 años de prisión por falsificación y 10 años adicionales por apropiación indebida, sumando un total de 22 años tras las rejas. Sus cómplices, Manuel Barba y Antonio García, también fueron condenados a ocho años de prisión cada uno. La investigación reveló que los tres habían colaborado en la producción de las participaciones falsas, que no contaban con número de foliación, lo que complicó aún más su defensa.
El «Caso Escámez» se convirtió en una de las estafas más notorios de la historia de la Lotería de Navidad, dejando una huella profunda en la memoria colectiva de la sociedad española.
Datos curiosos en la historia del sorteo
- La Lotería de Navidad se celebró por primera vez el 18 de diciembre de 1812 en Cádiz, en el contexto de la Guerra de la Independencia Española. El precio del décimos era de 40 reales y el premio principal era de 4.000 pesetas.
- El primer número en ganar «El Gordo» fue el 03.604, premiado con 8.000 reales. Con el tiempo, la cuantía del premio ha aumentado significativamente, alcanzando los 400.000 euros por décimo en la actualidad.
- El sorteo fue denominado oficialmente «Sorteo de Navidad» por primera vez el 23 de diciembre de 1892, sustituyendo la leyenda de «Prósperos de Premios».
- Desde 1892, el sorteo se ha celebrado el 22 de diciembre, excepto si este día cae en domingo, en cuyo caso se adelanta al sábado 21 de diciembre. El último año que esto ocurrió fue en 1991.
- Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), el país estaba dividido y se celebraron dos sorteos de Navidad en 1938, uno en la zona republicana y otro en la franquista, con premios diferentes.