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Ejercicios de yoga para aliviar dolores menstruales

La menstruación suele causar dolores y otros síntomas muy molestos

yoga para aliviar dolores menstruales
La menstruación suele causar dolores y otros síntomas muy molestos

El yoga es una disciplina que tiene muchos beneficios, entre ellos reducir el estrés e incluso aliviar los dolores menstruales, que en algunos casos son bastante fuertes. Hoy nos gustaría comentarte cómo te puede ayudar el yoga  para aliviar dolores menstruales, los cuales puedes reducir notablemente.

El yoga no solo alivia los dolores, también cualquier otro síntoma menstrual, como pueden ser sangrados abundantes, calambres, náuseas, dolores lumbares, malestar pélvico e incluso cambios de humor.

Ejercicios de yoga para aliviar dolores menstruales

Postura del perro

Es una de las posturas de transición y descanso más conocidas, la cual simula una posición que suelen adoptar los perros cuando se estiran. Ponte a cuatro patas con la espalda recta, las manos debajo de los hombros y las rodillas deben quedarte a la altura de las caderas.

Apoya los dedos de los pies y respira profundamente al tiempo que levantas las rodillas y subes la cadera, siempre con las palmas de las manos apoyadas en el suelo. Aguanta 10 segundos y después vuelve a la posición inicial mientras expulsas el aire.

Postura del niño

Ponte de rodillas en el suelo y apoya los glúteos sobre los talones, con las rodillas separadas a la altura de la cadera. Mira al frente con la espalda siempre recta y lleva el tronco hacia adelante, como si fueras a tocar el suelo con la frente, dejando que el tronco repose sobre los muslos.

Los brazos debes tenerlos a ambos lados del cuerpo, con las palmas hacia arriba y junto a las piernas. Puedes llevar los brazos hacia adelante cuando llevas el tronco. Reposa unos minutos en esa posición para relajarte y vuelve a la de inicio.

Postura de la pinza

Es una de las posturas más importantes ya que estira todo el cuerpo. Para comenzar debes sentarte en una esterilla con las piernas juntas y estiradas, pero sin tensar las rodillas. Flexiona el tronco y acércalo a las piernas, llevando las manos hacia los pies. Respira profundamente y relájate unos minutos antes de volver a la posición de inicio.

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