Juegos Olímpicos: Piragüismo

Teresa Portela, la piragüista inquieta: tres carreras, madre y seis Juegos Olímpicos

teresa portela
Teresa Portela, tras ser cuarta en Londres. (Getty)

Los que conocen a Teresa Portela la definen como un torbellino. A sus 39 años, había que estar «muy mal de la cabeza» –irónicamente– para conseguir una plata olímpica y menos en una prueba de sprint. Ni la pandemia pudo retirarla después de perseguir durante toda una vida una medalla olímpica tras conseguir cinco diplomas olímpicos a lo largo de su carrera deportiva.

Teresa Portela sabía que lo tenía en sus brazos. No era ni medio normal que tras dos campeonatos del mundo, siete europeos y una colección de medallas que supera las dos docenas, ella no hubiese incorporado a su repertorio una presea olímpica. La gallega lo consiguió a la sexta intentona convirtiéndose de paso en la mujer española que más veces ha representado a nuestro país en unos Juegos Olímpicos.

Mamá de Naira, de apenas 7 años, Teresa Portela trabaja en su día a día como fisioterapeuta, aunque posee títulos universitarios en Magisterio y Dietética y Nutrición. Además de su brillante currículum académico, Portela admite que este no es final del camino y que «si el cuerpo se lo permite» irá a París 2024 a competir por ampliar un palmarés que no cabe en un sólo tomo.

Teresa Portela, Teri para sus íntimos, consiguió la gloria olímpica cuando nadie creía que ya lo tuviese en sus manos. Su cuarto puesto en Londres 2012 fue de difícil digestión, pero el apoyo de su marido David Mascato, también ex deportista olímpico, ha sido fundamental. Ambos regentan un centro de fisioterapia en O grove y los dos entienden a la perfección lo que es ser deportistas de élite y padres al mismo tiempo.

El nacimiento de Naira después de aquella desazón olímpica en Londres supuso un reimpulso en la carrera de Portela. Su hija ha presenciado orgullosa desde niña los logros de su mamá y hoy, desde la distancia, con su padre, ha podido celebrar junto a él la locura que ha supuesto una medalla que hace justicia a una carrera ejemplar.

España sonríe al ver que este tipo de historias de persistencia olímpica consiguen tener un final feliz. Portela nunca dejó de creer en sus posibilidades, apoyada por su familia, amigos y la disciplina. El resultado de su esfuerzo es una medalla irrepetible para el deporte patrio. En su caso, a la sexta fue la vencida.

Últimas noticias Juegos Olímpicos

Lo más visto