Teresa Portela, plata olímpica en piragüismo K1 200 metros

Teresa Portela llevaba toda una vida luchando por una medalla olímpica en piragüismo. La gallega lo consiguió en sus sextos Juegos Olímpicos con una actuación espectacular de menos a más en la prueba de K1 en 200 metros en aguas tranquilas para firmar un registro de 38.883, en un final que requirió photo-finish. Entre ella y la cuarta finalista apenas hubo dos décimas en una prueba completamente dominada por la neozelandesa Lisa Carrington, quien marcó récord olímpico.

España obtiene su octava medalla, la primera de este supermartes, confirmando que es una potencia en piragüismo tras la plata de Maialen Chorraut la pasada semana. Y todavía no han empezado a competir lo Saúl Craviotto y compañía, de quienes se esperan tres metales más.

Nada hacía presagiar que Portela, la primera española que compite en seis Juegos Olímpicos,  fuese a conseguir una medalla tras hacer una semifinal bastante discreta entrando con cuarto mejor tiempo de su serie. Esa circunstancia le relegó a la calle nueve, la más esquinada, mientras que las principales aspirantes iban por las calles centrales.

A Portela poco o nada le importó ir por el exterior, ella tenía entre ceja y ceja conseguir una medalla que le había sido esquivado durante dos décadas. La piragüista de Cangas de Morrazo se estrenó en Sydney 2000, fue quinta en Atenas 2004, quinta en Pekín 2008, cuarta en Londres 2012 y sexta en Río 2016. A sus 39 años, parecía que la pandemia la iba a retirar sin su apreciada medalla tras haber sido campeona del mundo dos veces y campeona de Europa en siete ocasiones.

Todo esfuerzo tiene su recompensa y Portela no se resignó ante las adversidades siendo un auténtico ejemplo de tesón y lucha. «Nunca dejé de creer, he insistido e insistido hasta conseguirlo», dijo. La gallega alcanza la gloria olímpica cuando menos lo esperaba y ahora podrá completar una sala de trofeos envidiable en el piragüismo mundial. Su vida ya cambiará poco, pero su conciencia se quedará mucho más tranquila tras conseguir la medalla que llevaba buscando desde que no existía ni Facebook.