«Sólo nos falta pedirnos matrimonio, pero como se entere Bea nos mata»

Fátima Gálvez y Alberto Fernández se han convertido en la pareja de moda en el deporte español después de ganar la primera medalla de oro para el equipo nacional en los Juegos Olímpicos. Ambos hicieron un tremendo papel en la prueba mixta de tiro olímpico mostrando una enorme sincronización hasta el punto de que ambos se pusieron la mano en el corazón mientras oían el himno de España o cada uno se entregó respectivamente la medalla de oro en el podio saltándose el protocolo.

«Por supuesto que estamos muy compenetrados, sólo nos falta pedirnos matrimonio, pero como se entere Bea (la pareja de Alberto) me mata», bromeó Gálvez sobre la alegría compartido que tuvo en todo momento con su compañero. «Sentía el flow, yo lo estaba pasado peor por el calor, pero al final hemos conseguido lo que tanto tiempo llevábamos buscando. Son muchos años compitiendo al máximo nivel juntos y esto es la culminación a nuestra carrera. Las hemos pasado canutas los últimos cinco años», añade la cordobesa.

Alberto Fernández contó que se puso de acuerdo con su compañera para el gesto durante el himno de España. «Hemos hablado antes del podio y hemos decidido ponernos la mano en el corazón por la gente que lo ha pasado mal en la pandemia, por todos los que han padecido enfermedades y que económicamente están mal. Hemos querido homenajearles a todos ellos», dijo el hombre que sólo falló en un plato de 100 disparos, una auténtica salvajada.

De hecho, ese registro habría servido a Alberto Fernández para ser campeón en individual. «Tenía muchas esperanzas en esa, pero al final la medalla ha querido venir así Estamos convencidos de que el tiro al plato se merecía una medalla olímpica y no es sólo nuestra esta medalla, sino de nuestros compañeros», dijo el campeón español a OKDIARIO.

Fátima se quedó a las puertas en Río y en Londres obteniendo sendos diplomas olímpicos, mientras que Alberto no pudo cumplir las expectativas cuando era favorito a todo y pinchó en Río. Ambos no pudieron cumplir con las expectativas en el concurso individual en Tokio, pero esta medalla hace olvidarlo todo. «Esto no es una medalla cualquiera, sino vale por dos. Es lo más grande que nos ha pasado nunca», remata Gálvez.