Juegos Olímpicos: Bádminton

Carolina Marín pasa a cuartos de bádminton tras un partido a cara de perro con Zhang

Carolina Marín
Carolina Marín.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
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  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Carolina Marín sigue en la carrera por reeditar la medalla de oro en bádminton que logró en los Juegos Olímpicos de Río 2016. La onubense estuvo a la altura de las expectativas tras una remontada memorable frente a Beiwen Zhang en los octavos de final de París 2024 y venciendo 21-12, 9-21 y 18-21. España mantiene a una de sus grandes esperanzas de medalla gracias al coraje y la raza de Carolina.

La jugadora española llegaba a la cita sin haber dado ningún síntoma de fragilidad tras ganar con solvencia todos los partidos de la fase de grupos y no ceder ningún set por el camino. La cosa, sin embargo, se complicó para una Carolina que salió desconectada ante una rival veterana –34 primaveras– que la conocía a la perfección encajando un 7-3 en contra en los primeros lances.

La onubense no pudo levantar el rumbo en esa primera manga en la que la americana atacó a placer ante un Marín inusualmente fallona. De hecho, hasta dio la impresión de que Carolina guardaba fuerzas para el segundo set dejándose llevar en los últimos puntos hasta encajar un 21-12.

Muchos expertos en bádminton se tenían que frotar los ojos ante lo que estaban viendo con la española. Carolina Marín se había impuesto a Beiwen Zhang en siete de sus ocho duelos anteriores, pero es cierto que la última vez que se vieron –en el Open de Francia en marzo de 2024– la norteamericana había ganado la contienda por dos sets a uno.

Carolina Marín cambió completamente el chip para la segunda manga. Sacó su versión agresiva, arrolladora, como si fuese un miura. Zhang no tenía un respiro ante una onubense que llevaba mucho tiempo esperando para reivindicarse y sabía que esto era una oportunidad única.

La española voló en esta manga ante una norteamericana que prefirió poner el modo ahorro para la tercera y definitiva manga. Carolina Marín se marchó a la ronda final con las baterías llenas de confianza tras lograr un 21-9 recuperando la máxima eficacia en su derecha.

Como era de esperar, Zhang se había guardado gasolina para el set final y empezó dominando los primeros compases estableciendo el 5-3. Carolina también había optimizado el esfuerzo y después del despliegue inicial de su rival consiguió un parcial de 2-9 favorable para obtener la iniciativa en el set estableciendo el 11-7 a su favor en el ecuador de la manga.

La norteamericana quemó todas sus naves con un parcial de 3-0 tras el encuentro con los técnicos, pero la española tenía raza, experiencia y gasolina para poner el lazo al partido con unos compases finales en los que recordó a su versión previa a la lesión que cambió su vida meses antes de Tokio 2020.

Carolina Marín se asomó al abismo, pero supo sufrir para conseguir un más que merecido pase a cuartos de final. Zhang fue la piedra de toque para poder afirmar que la onubense está lista para pelear por las medallas. Además, en la pista contigua, la española pudo ver de primera mano cómo la india Pusarla Sindhu, plata en Brasil y bronce en Río, y gran rival personal se caía del torneo tras ser eliminada por la china He Bingjiao.

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