Adriana Cerezo cae en la final y conquista una plata que sabe a oro

Adriana Cerezo se proclamó subcampeona olímpica después de caer derrotada, por la mínima (11-10), ante la número uno del mundo, la tailandesa Panipak Wongpattanakit, en un combate de máxima calidad y en el que una patada en los últimos segundos decantó la balanza del lado de la favorita. El cielo es el futuro y el techo de la taekwondista madrileña, de sólo 17 años y que logra la primera medalla, de plata, para España en los Juegos Olímpicos de Tokio.

El final del primer asalto, táctico a más no poder, dejó patente la tensión entre ambas contendientes al oro. La ambición de la jovencísima Adriana la dotaba también de la presión de pelear por lo más alto, y la número uno del mundo no era menos. Dos patadas al pecho de Cerezo le daban una mínima ventaja de 2-4 al término de la primera lucha. El descanso para corregir y seguir soñando.

En el segundo, la mayor experiencia de Panipak le otorgaba la ventaja a dos minutos para el final. Dos caídas de la madrileña y una patada que llegaba a su cabeza la penalizaban, dando a la tailandesa una ventaja de 9-6. No estaba todo perdido, pero las cosas se ponían cuesta arriba.

El tercero trajo la esperanza, con una remontada que dejó a Cerezo un punto por delante a 20 segundos del final, pero también la tristeza final por la estocada final de Wongpattanakit, que con una patada final se quedaba segunda y con la medalla de plata, de sabor agridulce, en su haber.

Una trayectoria de campeona

Adriana estrenó el medallero olímpico de la delegación española en los Juegos Olímpicos de Tokio en torno a las 10:00 horas. La taekwondista madrileña de apenas 17 años, se impuso en las semifinales a la turca Rukiye Yildirim después de un combate majestuoso que se sumaba a los triunfos de primera ronda ante Bogdanovic y de cuartos de final, este frente a la china Wu Jingyu, doble campeona olímpica en Pekín 2008 y Londres 2012.

La madrileña, de sólo 17 años, sumó su tercera victoria de la jornada con un combate espectacular en el que no dio opción y se impuso por 39-19. Cerezo dio continuidad a su exhibición en los cuartos de final cuando superó de paliza (33-2) a la bicampeona olímpica china de la categoría Wu Jingyu. La intensidad y precisión de los golpes de la española fueron imposibles de detener para una Yildirim que había ganado agónicamente sus combates de octavos y cuartos de final por apenas un punto.