Zoido acaba con la bicefalia en Policía y Guardia Civil eliminando los DAOS y cesará al jefe de la UCO
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha decidido acabar con la bicefalia en la Policía y en la Guardia Civil eliminando el cargo de Director Adjunto Operativo (DAO) en ambos Cuerpos. El titular de Interior tiene previsto presentar este viernes en el Consejo de Ministros la reorganización de su departamento que afecta a la estructura interna de los mandos policiales. El nuevo organigrama pondrá fin al formato de los dos directores operativos, uno en la Dirección General de la Policía y otro en la Dirección del instituto armado.
La reforma de Zoido, que si finalmente no se aprueba en este último Consejo de Ministros anterior al mes agosto se aplicará en el siguiente, busca poner orden en el funcionamiento interno de la Policía y la Guardia Civil, que se han visto envueltos en grandes escándalos. Por una parte, la guerra entre comisarios que se llevó por delante al anterior ministro Jorge Fernández Díaz, que fue espiado en su propio despacho, y por otra algunas de las decisiones polémicas de la UCO, la unidad de élite de la Guardia Civil, en investigaciones sobre casos de corrupción.
Zoido pone así fin a un formato policial que fue creado por Alfredo Perez Rubalcaba cuando fue ministro del Interior, entre abril de 2006 y julio de 2011, siendo presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. En septiembre de 2006, Rubalcaba creó la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, fusionando los dos Cuerpos en una misma jefatura que recayó en el mallorquín Joan Mesquida.
Tal decisión se debía a un juego de malabarismo de Rubalcaba para remover de la Dirección de la Policía a Víctor García Hidalgo que se había visto enlodazado por el caso Faisán del chivatazo a ETA. En medio de esa reforma nombró un Director de Apoyo Operativo en ambos Cuerpos y apostó para que fueran ocupados por comisarios y jefes del instituto armado, respectivamente. Los dos mandos se convertían de facto en los números dos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil.
Futuro cese del polémico jefe de la UCO
El ministro tiene decidido ya el cese del jefe de la Unidad de Apoyo Operativo (UCO) de la Guardia Civil, al coronel Manuel Sánchez Corbí, por el deterioro de su departamento a raíz de algunas polémicas investigaciones en medio de operaciones como Taula (Rita Barberá), Fénix (Mario Conde), Púnica (Francisco Granados y Pedro Antonio Sánchez) o Lezo (Ignacio González).
Corbí, hijo y nieto de guardia civiles, estaba destinado en la UCO desde 2013, donde pasó a combatir la corrupción política después de más de veinte años en la lucha antiterrorista contra ETA.
Sus últimas decisiones en las investigaciones contra dirigentes del Partido Popular habían provocado malestar en las filas del Gobierno y del PP, sobre todo cuando estuvo a punto de provocar la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, por un informe policial, dentro de la operación Lezo, que fue calificado de «inconsistente» por el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco.
Algunos de los informes de la UCO en casos que afectaron a la valenciana Rita Barberá, al murciano Pedro Antonio Sánchez o al madrileño Francisco Granados también fueron catalogados de «superficiales» por algunos barones del PP.
Con respecto a la Policía, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), el grupo responsable de investigar la corrupción desde las filas policiales, que adquirió gran protagonismo a raíz de los casos Gürtel y Pujol, sigue huérfana de comisario jefe. Es otra de las decisiones que tiene que afrontar el ministro del Interior de cara a una nueva etapa policial.