La pseudoasociación de discapacitados OID tiene 3 empleados y no los 3.000 que declara públicamente

La pseudoasociación de discapacitados OID tiene 3 empleados y no los 3.000 que declara públicamente
El presidente de OID, Dionisio González Otero.

La Policía desmonta totalmente el supuesto fin benéfico de la venta del cupón por parte de la Organización Impulsora de Discapacitados: “En ningún caso se ha dado la circunstancia de que la OID dé trabajo a más de 3.000 personas como reiteradamente publicitan en sus comunicados, o al menos puede afirmarse que mayoritariamente no están declarados como perceptores de rentas de trabajo”.

Las pesquisas de los agentes sobre blanqueo de capitales y fraude fiscal desmienten que a través de dicha venta se fomente la contratación de personas con deficiencias. De hecho, atendiendo a esta información, sólo contarían con tres trabajadores.

Esta escasez de plantilla real añade nuevas interrogantes sobre el destino de los más de 50 millones que ingresa: «Si no paga apenas impuestos —86 millones adeuda a Hacienda— ni salarios, ¿dónde va el dinero del cupón de los discapacitado?», se preguntan los investigadores policiales.

La afirmación de la Policía se basa en los datos de la Agencia Tributaria. La plantilla de OID, pese a facturar más de 50 millones anuales, fue a menos desde 2007. Ese año tenía oficialmente en nómina 416 trabajadores, en 2008 bajaron a 276, en 2009 a nueve y en 2010 a tres. El reverso de este sistema es que una asociación que ingresaba más de esos 50 millones de euros al año apenas pagaba 25.000 euros en salario.

Ni siquiera abriendo el abanico y computando las 15 empresas que supuestamente trabajan para la OID se llega a la cifra publicitada de los 3.000 empleos para discapacitados. Sumando las plantillas de todas ellas apenas alcanzan para 186 empleos. De hecho, llama la atención que su núcleo duro, OID, sólo tenga tres empleados: uno de ellos es la esposa del jefe de este entramado, Maria Victoria Salas Saiz, que figura como jefe administrativo.

Obviamente, tres personas no vendían el cupón en toda España. ¿Pero si eran más, 3.000 como proclaman los anuncios, por qué no se les daba de alta en la Seguridad Social?

Diego Nevado, ex vendedor del cupón de los discapacitados lo explica sin rodeos: “No podían darnos de alta porque su actividad era y es ilegal”. Nevado añade: «Entré en la OID por un anuncio de trabajo en venta de boletos con seguridad social, pagas extra y comisiones pero luego todo fue mentira y he estado haciendo mas de 10 horas para 6 euros al día, o menos, y sin dar de alta en la seguridad social. El trato de la delegada era horrible: gritos, presiones y amenazas».

El vendedor insiste en que «la OID lleva mas de 20 años vendiendo cupones sin licencia ni ningún tipo de autorización administrativa, abusando de discapacitados, parados y pensionistas que cobran 30 céntimos por cupón y ni siquiera están dados de alta en la seguridad social”.

Nevado también respalda las acusaciones de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) contra OID: “Como habéis publicado, están siendo investigados por blanqueo de cifras millonarias y, según informes policiales y expertos en blanqueo, los ingresos de la OID son de 56.700.000 euros al año que van a los bolsillos del presidente que tiene 20 empresas y que supone una estafa al jugador ya que el 80% de números ni se venden ni se imprimen”.

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