Negreira vació su empresa repartiendo los últimos 100.000 euros a terceros sin identificar

José María Enríquez Negreira, ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), retiró los últimos 100.000 euros que tenía en la sociedad pantalla Dasnil 95 SL para repartirlo entre terceros sin identificar. Dicha empresa, a través de la cual canalizaba los pagos del Barcelona por influir en las decisiones arbitrales, quedó en bancarrota una vez que cesó la relación laboral entre el club azulgrana y el ex árbitro.

Las cuentas de la instrumental de Negreira revelan que el ex árbitro comenzó a saquear la caja en 2018, justo en el momento en el que cesa su actividad con el Barça, y la deja bajo mínimos en 2020. Concretamente, el dinero en efectivo del que disponía la empresa pasa de 95.758 euros en 2018 a 81.591 euros en 2019 y terminó con 1.824 euros en 2020. Es decir, que retiró en esos tres años –sin reponerlo– 93.934 euros.

Pero, lo más llamativo es dónde fueron a parar dichos fondos. No se utilizaron para gastos de personal, que en el último año ya era inexistente, ni tampoco de explotación. Sino que vació la caja para repartir dicho dinero entre terceras personas sin identificar, tal y como aparece en las últimas cuentas aportadas en el Registro Mercantil. En el apartado de «deudores varios» de la empresa –estos son terceras personas a las que la sociedad ha prestado y deben devolverlo– la cuantía pasa de 138.416 euros en 2018 a 232.247 euros en 2020. Es decir, la diferencia es de 93.934 euros, casualmente el dinero que ha sido retirado de la caja de efectivo.

«Favorecer al Barça»

La Fiscalía ha formalizado la denuncia por el caso Negreira contra el Barcelona, contra el propio Negreira y, también, contra los ex presidentes del club, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, y los ex directivos Óscar Grau y Albert Soler por los presuntos delitos de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad documental.

En su denuncia, el Ministerio Público señaló de manera contundente que «a través de Rosell y Bartomeu, el Barça alcanzó un acuerdo verbal estrictamente confidencial con Enríquez Negreira, a fin de que realizase actuaciones tendentes a favorecer al Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros, en los partidos que disputase el club». También le da una función de peso al que fuera vicepresidente del Comité de Árbitros dentro del propio órgano: «La designación para cada partido de las competiciones españolas oficiales de ámbito estatal y profesional se llevan a cabo en el seno del CTA, organismo encargado, además, de las evaluaciones -en las que participaba el denunciado- para los ascensos y descensos de categoría de los árbitros, así como de la proposición de candidatos a árbitros internacionales».

‘Caso Negreira’

La causa se inició a raíz de que la Agencia Tributaria notificara al Ministerio Público ciertas irregularidades en relación con 1,4 millones abonados por el club azulgrana a la empresa del ex árbitro de Primera División. Tras conocerse estas indagaciones, el Barça dijo en un comunicado que «contrató en el pasado los servicios de un consultor técnico externo, quien suministraba, en formato vídeo, informes técnicos referidos a jugadores de categorías inferiores del Estado español para la secretaría técnica» del club.

La Fiscalía calcula que desde 2001 a 2018 Negreira cobró más de 7,3 millones de euros, a lo que la fiscal señala: «Supuso una auténtica remuneración no prevista en los estatutos del club ni aprobada por la Asamblea General. En definitiva, dichas percepciones no tuvieron soporte legal ni estatutario alguno». La denuncia de la fiscal afirma que dos empresas de Negreira giraron facturas al Barça «sin que las mismas respondieran a ninguna prestación o servicios de asesoramiento técnico real», y concreta que facturó al Barça 2.971.673,01 euros entre 2014 y 2018. 

El escrito añade que las cuentas bancarias donde Negreira recibía los pagos «se nutrían prácticamente en su totalidad de los ingresos procedentes del FC Barcelona, los cuales eran retirados, en su gran mayoría, mediante cheques al portador» que cobraban terceras personas por encargo de Negreira, a quien entregaban luego el efectivo. Los investigadores, por el momento, no han podido comprobar si dichos fondos pagados por el club azulgrana a la empresa de Negreira terminaron en las cuentas de los árbitros. Sin embargo, fuentes consultadas por este periódico aseguran que ésta es la principal hipótesis que se baraja.