Los Mossos admiten que llamaron al terrorista pero ¡por un coche aparcado junto al chalé de Alcanar!
La investigación de la Audiencia Nacional sobre la llamada de los Mossos al autor de la masacre de La Rambla de Barcelona, dos horas antes del atentado, pone en evidencia el protocolo que empleó la policía autonómica para verificar una serie de datos sobre Younes Abouyaaqoub, el terrorista yihadista que atropelló y asesinó a 14 personas.
Como informó ayer OKDIARIO en exclusiva, la conversación de cuatro minutos con el joven yihadista marroquí de 22 años sirvió para alertarle de que la Policía iba tras él.
OKDIARIO ha podido conocer de fuentes de la Audiencia Nacional la versión oficial que la dirección de los Mossos ha trasladado al juez Fernando Andreu para justificar el imperdonable desliz de una torpe llamada telefónica en medio de una operación antiterrorista.
Los Mossos mantienen ante el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional que uno de sus funcionarios se puso en contacto con el terrorista para «preguntarle por un vehículo aparcado en la puerta del chalé de Alcanar», en Tarragona, que había explosionado un día antes y provocado la muerte del imán de Ripoll, el cerebro de la célula, y otro yihadista. El agente autonómico, según la versión oficial, le informó de que tenía que presentarse ante la Policía para identificarse y retirar su automóvil.
Dudas sobre la versión oficial
Fuentes de la lucha antiterrorista, que dudan de la versión de los Mossos, aseguraron a OKDIARIO que tal chapuza policial sirvió para alertar al terrorista y al resto de la célula para acelerar la comisión del atentado. La llamada se efectuó a las 15 horas, cuando el joven yihadista conducía una furgoneta FIAT Talento por la circunvalación de Barcelona, y la masacre se perpetró a las 17 horas.
El autor de la matanza tuvo tiempo para conducir hasta La Rambla y realizar un atropello masivo durante más de 500 metros en la zona central del paseo. Después huyó por el Mercado de la Boquería y, en su fuga, asesinó a otra persona para sustraerle su automóvil. Horas después era abatido a tiros por los Mossos.
La versión de los Mossos levanta suspicacias entre algunos de los responsables de la investigación. Se preguntan por qué no informaron antes al magistrado Fernando Andreu de la existencia de esa llamada, el mismo día del atentado, el 16 de agosto, cuando se hizo cargo de la causa. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 se enteró días después de la existencia de la conversación de 4 minutos de duración por los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado, que investigan el atentado. Los expertos antiterroristas se percataron de la llamada telefónica desde una Comisaría de los Mossos mientras repasaban el registro de los movimientos telefónicos del móvil del terrorista.
Los Mossos, según fuentes próximas al caso, no facilitaron los datos propios hasta un mes después del descubrimiento por parte de los policías adscritos a la investigación.
Los Mossos se apuntan a la primera hipótesis
Este diario desvelaba ayer la primera hipótesis que manejan los agentes antiterroristas para aclarar un asunto tan turbio como el de la llamada desde una base de los Mossos: “Que el número del terrorista figurara entre los papeles encontrados en el chalé de Alcanar, en Tarragona, tras la explosión del 16 de agosto, supuestamente debido a un accidente mientras fabricaban las bombas. Un mando de la policía autonómica pudo ordenar a uno de sus subordinados que realizara una llamada de chequeo y verificación del número telefónico con tan mala suerte de que fuera respondido por el terrorista que preparaba el atentado”.
De ahí que fuentes policiales no descarten que Abouyaaqoub, una vez viéndose descubierto y acorralado por la policía se apresurara a cometer el atentado. Su intención no era inmolarse en la masacre ya que logró huir aún teniendo que asesinar a otra persona.
No obstante, los investigadores siguen sin descartar la posibilidad de que el yihadista pudiera ser uno más de los numerosos confidentes que los Mossos tienen infiltrados en las redes yihadistas de Cataluña. Abouyaaqoub podría ser un confidente de la policía autonómica que realizaba un doble juego y que, en medio de la confusión, recibiera una llamada de su agente controlador para preguntarle sobre la explosión en el chalet de Alcanar.
Será difícil aclarar esta chapuza policial porque el terrorista fue abatido a tiros en Subirats por los Mossos sin darle la oportunidad de entregarse. La versión oficial explicó que lo acribillaron a balazos porque el yihadista, con un gesto provocador, se quitó la camisa y mostró un cinturón con explosivos, que luego resultó falso.