Crisis diplomática con Marruecos

Interior sabía desde 2019 que la frontera de El Tarajal en Ceuta no era segura y no hizo nada por reforzarla

La Secretaría de Estado solicitó un informe que confirmó el mal estado de las instalaciones y tanto Guardia civil como Policía Nacional alertaron de varios intentos de entrada con vehículos a motor

Todo esto se supo un año y medio antes del salto a la valla, pero no se buscarán contratistas que lo resuelvan hasta la vuelta de verano

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El Tarajal
Paso fronterizo del Tarajal en Ceuta.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

El pasado mes de mayo el país asistió con asombro al asalto masivo de la frontera entre España y Marruecos en Ceuta, en la Playa del Tarajal. Entre 8.000 y 12.000 personas, entre los que había un gran número de menores de edad, entraron de manera ilegal a través del vallado fronterizo. Los hubo que se echaron al mar para salvar el espigón que sujeta la valla entre los dos países y los que se valieron de la ayuda de la gendarmería marroquí, que abrió de par en par las puertas de la frontera. El Gobierno dijo que se trató de un acto hostil e inesperado inspirado por Marruecos. Lo que no se contó es que este paso fronterizo estaba en muy mal estado de conservación y era un punto vulnerable. Así lo hizo saber una empresa privada, la Guardia civil y la Policía Nacional a la Secretaría de Estado de Seguridad en diciembre de 2019, pero hasta el próximo mes de septiembre no arrancará la búsqueda de un contratista que mejore las condiciones de la frontera de Ceuta.

Fue la propia Secretaría de Estado la que solicitó el informe a la empresa SGS, que con número de expediente ’19M191′ explicó en sus conclusiones que las estructuras metálicas existentes en el puesto fronterizo se encontraban en un avanzado estado de corrosión. Pero ese no fue el único aviso sobre las deficiencias del puesto fronterizo con el único país no europeo con el que España comparte límites terrestres.

Guardia Civil y Policía Nacional también avisaron

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también habían elevado su voz para denunciar el deterioro y vulnerabilidad de un punto crítico en el sistema fronterizo español. Tanto Guardia Civil como Policía Nacional habían solicitado la instalación de pilonas o bolardos de seguridad automatizados para proteger la entrada a España de embestidas de vehículos. De hecho, el texto decía que “debido a los últimos intentos de asalto a la frontera con vehículos a motor” se solicitaba ese tipo de medidas “para que ellos (Policía y Guardia Civil) puedan activar esas medidas en caso de ataque terrorista o intento de asalto a la frontera”. En diciembre de 2019 Interior sabía todos estos detalles, pero no fue hasta febrero de este año, más de un año después, que la Oficina de Supervisión de Proyectos le dio el visto bueno a la ejecución de unas obras que, para colmo, no son ni largas ni caras.

36.000 euros de presupuesto

En la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO se estima una duración de 6 a 9 meses y de un coste de 36.000 euros, una estimación basada en otros contratos anteriores de similares características. Todo quedó aprobado en el pliego de prescripciones técnicas de la obra a la que debía someterse la frontera que se firmó el 3 de marzo de 2021. Pese a la burocracia y a la pandemia, las obras de mejoras de la seguridad del Tarajal podrían haber arrancado antes del asalto masivo a la valla. Pero no, la oferta de contratación será presentada a principios del mes que viene.

La crisis del vallado fronterizo de Ceuta no fue detectada por quienes vigilaban la valla. Pese a que Rabat ya había anunciado que habría consecuencias por la acogida por parte de España del líder del Frente Polisario, nadie se percató de los preparativos ni del traslado masivo de miles de personas desde varios puntos de Marruecos hasta El Tarajal. Los servicios de Inteligencia fracasaron estrepitosamente y las fuerzas fronterizas españolas se vieron superadas. Por cada inmigrante ilegal que interceptaron otro puñado se les colaba en la ciudad autónoma de Ceuta, en cuyas calles aún transitan algunas de estas personas. Pero si además de todo lo anterior la frontera requería de obras de mejora de estructura y seguridad desde 2019 y estas no se van a acometer como pronto hasta 2022, está claro que la entrada fue mucho más sencilla.

No detectar a tantas personas fue un error pero vino a suceder en el punto más vulnerable de nuestras fronteras. En El Tarajal sólo se han puesto parches desde que en 2014 fallecieron 15 personas tratando de llegar a nado hasta España. En aquella ocasión se habló de instalar un pantalán flotante en una obra presupuestada con 100.000 euros, pero todo lo que se ha hecho es maquillar las instalaciones. Como los anteriores este nuevo contrato para mejorar la seguridad de la frontera con Marruecos también llegará tarde.

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