Dos Borbones, Paloma Segrelles, un Domecq y un piloto de motos entre las víctimas del ‘Madoff catalán’

Según las primeras investigaciones el entramado montado por Antonio Mas, el Madoff catalán, entre Barcelona y Madrid captó a unas 1.100 personas en España y el extranjero. Entre ellas, muchas personas famosas de la alta sociedad madrileña o catalana, ya que ofrecían intereses por encima del 12%, muy superior al que podían ofrecer otras empresas de inversión.

Entre los rostros más populares de la alta sociedad madrileña captados por la familia San Martín, aliada en una UTE (Unión Temporal de Empresas) bautizada como Monteolimpia, con Antonio Mas, hay un prestigioso catedrático de Medicina como Álvarez de Mon, un empresario y experto en Economía que formó parte del consejo del Banco de Santander y Vodafone entre otras grandes empresas, Pedro Chicharro Muela (1.000.000 de euros); un Gómez-Acebo (200.000 euros), dos empresas de la familia Segrelles (en total 795.000 euros), la propia Paloma Segrelles (150.000 euros), presidenta de honor del Club Siglo XXI, dos primas de la rama italiana del Rey Juan Carlos, ambas hijas de la Infanta Cristina y nietas de Alfonso XIII, María Teresa Marone Borbón (65.000 euros) y Anna Alessandra Marone Cinzano de Borbón (40.000 euros). Todos figuraban en la lista que los propios San Martín entregaron al Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona, que comenzó a instruir la causa dentro de una querella contra Antonio Mas.

La estafa llegó a atrapar también a un miembro de la conocida familia Masaveu (50.000 euros), el empresario Michael Domecq Cook (350.000 euros), varios miembros de la familia Morenés, la celebrity Mercedes Royo-Villanova, patrona del Museo del Prado (100.000 euros) y seis miembros de la familia San Martín a título particular, alguno de ellos con casi dos millones de euros invertidos. En el verano de 2015 Antonio Mas también captó fondos del ex piloto de motos Sete Gibernau tras salir de un complicado proceso de divorcio de la modelo Esther Cañadas.

De momento la policía autonómica catalana que instruyó el caso al principio, ya que Antonio Mas se autoinculpó el 6 de junio de 2017 en una comisaría de Barcelona, asegura haber localizado a unos 1.100 inversores repartidos entre Barcelona, Tarragona, Lérida, Gerona, Castellón, Valencia, Madrid, Asturias, Zaragoza, Navarra, Baleares, Sevilla y La Coruña, pero también en Andorra, Reino Unido, Suiza, Francia y Luxemburgo. Ahora la causa está instruida por la Audiencia Nacional.

Entre los afectados de la alta sociedad por este «carrusel de facturas» como lo describió Antonio Mas, nunca como estafa piramidal, también figuran personas en Cataluña, como por ejemplo a título individual Joan Hortalà, hijo del presidente de la Bolsa de Barcelona del mismo nombre. Hortalà invirtió 400.000 euros en el negocio fraudulento de Mas y uno de los miles de inversores que no han recuperado el dinero aportado a Publiolimpia, pero también hay expertos economistas internacionales como el financiero suizo David Grebler.

Pero se espera que muchos otros afectados, que habían recibido la promesa de que sus fondos iban a ser reembolsados por algunos de sus captadores, como una de las empresas de la familia San Martín, se unan ahora a la querella tras conocer que el bufete madrileño de Montero Estevez ha logrado que la Audiencia Nacional dictase un auto en mayo de 2021 declarando la responsabilidad civil de la antigua Bankia, actual Caixabank.