Corinna asegura que conserva “informes políticos confidenciales” y “transacciones” de Juan Carlos I

Corinna Sayn-Wittgenstein y el Rey Juan Carlos I.
Corinna Sayn-Wittgenstein y el Rey Juan Carlos I.

Corinna Sayn-Wittgenstein sigue conservando en un lugar protegido documentos que prueban “asuntos personales y privados, así como correspondencia oficial, informes políticos confidenciales y transacciones financieras y comerciales en las que se había involucrado al Rey Emérito y otros miembros de la Casa Real”, según reconoce en un acta notarial que el pasado viernes los abogados de José Villarejo presentaron en un Juzgado de Madrid.

Corinna no aporta más detalles sobre el contenido de esos supuestos “informes políticos confidenciales” de Su Majestad (SM), ni a qué operaciones bancarias se refiere cuando afirma disponer de “transacciones financieras y comerciales” de la persona que mantuvo con ella una relación sentimental de más de seis años.

Tras la publicación de la grabación a Corinna, en su comparecencia parlamentaria de julio de 2018 ante la Comisión de Secretos Oficiales o de Fondos Reservados, como también se conoce, el director del CNI aseguró que “el presidente del Gobierno –entonces Mariano Rajoy- le encargó que contactara con una persona que se había introducido en el círculo más próximo del entonces jefe del estado y que mantenía relaciones que podían comprometer la seguridad nacional”. Así informó El País, un diario siempre bien conectado con los servicios secreto.

Sanz Roldán se refería al viaje que realizó a Londres en mayo de 2012 donde se entrevistó con Corinna. La princesa da otra versión en su declaración jurada: afirma que fue amenazada por el general de división.

La princesa alemana logró salvar toda esa documentación reservada, que afectaría personalmente a Don Juan Carlos, de su apartamento de Mónaco en medio de una operación secreta que desplegó en abril y mayo de 2012 el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), coordinada por su director, para retirar lo papeles de circulación. Corinna logró salvar “8 cajas negras y 16 cajas fuertes” de su residencia monegasca al sospechar que estaba siendo espiada por los agentes del servicio secreto español.

OKDIARIO desveló este lunes el contenido de un acta notarial, rubricada por Corinna en ante la notario londinense Alisa Grafton el pasado 9 de abril, en la que aseguraba que, gracias a su relación sentimental con Don Juan Carlos, en su día, recibió “información y documentos relativos a negociaciones financieras y empresariales del Rey Emérito y otros miembros de la Casa Real”.

Documentos a cambio de seguridad

Corinna comprendió que estaba siendo espiada cuando la empresa de seguridad Algiz, con sede en Mónaco, le informó que “el equipo de barrido español” -“los amigos de Madrid”-, en referencia al CNI- le había comunicado que “necesitaría 5 días completos para hacer un barrido del apartamento y la oficina”. La princesa rápidamente entendió lo que estaba pasando: “Comprendí inmediatamente que el equipo español iba a tener acceso a mis documentos, eliminar archivos de mis ordenadores e instalar equipos de vigilancia que pudieran utilizar luego para controlarme”. El conocido como “equipo español” exigió que ni ella ni los agentes de la agencia Algiz permanecieran en el apartamento, pero Corinna se negó a que se realizara ese operativo.

Días después, Corinna recibió un email del general Sanz Roldán en el que se interesaba por “los documento que la operación pretendía en realidad obtener”. El director del CNI le decía: “Una última recomendación: sería aconsejable que, hasta el momento en el que envíe las cajas negras con los documentos al lugar de su elección (sic) tenga a un guardia de seguridad en sus instalaciones”.

Según la ex novia de SM, el General le comentó que “hasta que no diera los documentos, no estaría segura”. Corinna reconoce en su escrito notarial que consideró aquellas palabras como una amenaza encubierta.

El director del CNI acababa “el correo electrónico indicando que el Rey Emérito había sido informado sobre los asuntos descritos en el correo electrónico”, aunque ella no sabía si aquello era cierto, según cuenta ahora la ex compañera sentimental de Don Juan Carlos.

Sanz Roldán sugirió a Corinna que si iba contra él  «habría consecuencias»

Corinna también desvela que, en una llamada telefónica de Sanz Roldán, éste le sugirió que “si quería ir contra él, habría consecuencias”. La princesa alemana se quejó al Rey y en seguida recibió un correo del director del CNI desde la dirección de correo electrónico de un tal Paul Bon -nombre tras el que se cubría Félix Sanz Roldán-, en el que calificaba lo sucedido como un “malentendido”.

La princesa alemana reconoce en su acta notarial que temía por su situación personal: “La sensación de ser una ciudadana amenazada por un jefe de Estado y el jefe de sus servicios secretos empezó a hacerme tener mucho miedo”.

Según Corinna, el fin último de la misión secreta era proteger la información que ella conservaba sobre los negocios de Don Juan Carlos: “El verdadero propósito de la operación era utilizar la empresa de seguridad de Mónaco como tapadera para que el equipo de inteligencia española pudiera acceder a mi hogar y oficina y llevarse los documentos y otras pruebas”.

Corinna mantiene que dudó de la transparencia de todo aquel operativo: “Comencé a sospechar de que esto no era así. Mi apartamento en Mónaco está en el piso 17 de un edificio muy seguro. Algiz me envió los CV del personal que propuso enviar a mi piso pero sus antecedentes mercenarios parecían totalmente excesivos para tal tema”.

Según la princesa alemana, Don Juan Carlos estaba al tanto de todo aquel operativo: “El Rey Emérito también me dijo que el General Roldán estaba coordinando la operación . La participación combinada de antiguos mercenarios en una operación coordinada por el jefe del servicio secreto me puso muy nerviosa”.

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