Crimen de Manzanares

Una agente inmobiliaria avisó al acusado de asesinato en Manzanares que la Guardia Civil lo investigaba

Asesino Manzanares
Antonio Caba y la finca investigada.
Luis Miguel Montero

Una agente inmobiliaria telefoneó a Antonio Caba, presunto asesino del empresario Juan Miguel Isla en Manzanares (Ciudad Real), el 2 de marzo de 2023, para decirle que estaba siendo investigado por la Guardia Civil. «Es para declarar sobre la compra que hicieron ustedes (…). Para que lo sepa usted», le dijo. Unas horas antes había llamado a Gaspar Rivera, su presunto cómplice en el asesinato, para advertirle de lo mismo.

La Guardia Civil tenía pinchado el teléfono de Antonio Caba desde que el coche de Juan Miguel Isla, empresario que había estado con él justo antes de su desaparición, fuese encontrado en enero de 2023. A las 13:59 horas del 2 de marzo desde la inmobiliaria llamaron a Caba, pero no contestó, pero a las 15:30, ya suponiendo el contenido de la misma, Caba decidió devolver la llamada a esta empresa explicando que tenía «una llamada suya».

Según el informe de la Guardia Civil, «Antonio Caba llamó a (…) conociendo de primera mano la información que previamente habría conocido a través de Gaspar Rivera. Tras recibir la llamada la empleada le preguntó si era Antonio Caba y ante la respuesta afirmativa explicó que «mire, Antonio, le llamo solamente para a título informativo, para que lo sepa usted, eh, que nos han llamado de la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real (…). Y ha tenido que ir… para declarar sobre la compra que hicieron ustedes. Solamente le llamo a título informativo». «Ah, vale», acierta a responder Caba. Pero la agente insiste: «Para que lo sepa usted, para que sepa que nos han llamado para ver quién lo había escriturado y quien lo había comprado. Solamente llamaba para eso». Antonio Caba se dio por enterado y se despidió con un «muchas gracias».

La Guardia Civil había grabado también otra llamada desde la misma inmobiliaria a Gaspar Rivera unas horas antes, el 2 de marzo de 2023 a las 13.57 horas. Esa primera llamada fue efectuada a Gaspar Rivera, presunto cómplice en la trama, por la misma agente que luego contactaría con Caba, «advirtiéndole que la Guardia Civil estaba requiriendo información sobre la transacción de la parcela ya indicada (donde fue encontrado el empresario asesinado)».

La agente inmobiliaria de Manzanares le dijo a Rivera que «te llamo porque mira eh, me han llamado de la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real, de la OCU (UCO). Y me han pedido los datos de la transmisión que se le hizo a Antonio Caba (…). Entonces nosotros se lo hemos tenido que dar, porque nos lo han pedido y hay que hacerlo así, eso no te puedes negar».

Entonces Gaspar Rivera intentó justificarse ante la agente inmobiliaria diciendo que «yo realmente, no es, vamos, yo sólo os presenté pero yo luego en la escritura no estuve». «Ya, a mí sólo me han preguntado que si los datos de la transmisión, de a quién se le vendió esa finca y ya está y cómo se hizo la operación. Solamente me han preguntado eso, ¿vale? Por lo menos, claro para que él lo sepa (Caba) que me han pedido los datos de la transmisión que hizo esa finca y nosotros no nos podemos negar como tú bien sabes».

Nada más colgar, la agente inmobiliaria de Manzanares llamó a Caba, pero no le cogió el teléfono. Pero sí contestó a Gaspar Rivera que lo llamó inmediatamente para verse. Ambos quedaron a la hora de la comida y por eso los investigadores creen que Rivera le contó a Caba la llamada recibida de la inmobiliaria. Algo que queda claro con el soliloquio que el propio Caba dejó grabado con el dispositivo puesto en su vehículo: «Te acabas de echar el delito encima».

En un pozo de la finca a la que se referían durante la conversación es donde Caba y Rivera arrojaron presuntamente el cadáver del empresario Juan Miguel Isla, el mismo día de su desaparición en Manzanares. Una finca comprada por Caba el 20 de julio de 2022, sólo dos días antes del asesinato de Isla.

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