El uribismo propone sentarse con el Gobierno y las FARC ante la actitud «desafiante» de Santos

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Álvaro Uribe saluda a su sucesor en la Presidencia de Colombia, Juan Manuel santos, en la Casa de Nariño.

Los tres delegados del Centro Democrático para negociar un «acuerdo nacional para la paz para Colombia» se han visto sorprendidos por las «actitudes desafiantes» del presidente, Juan Manuel Santos. Carlos Holmes Trujillo, Óscar Iván Zuluaga e Iván Duque señalaron hace dos semanas, en sendas entrevistas con OKDIARIO, que la concesión del Nobel de la Paz a Juan Manuel Santos debía entenderse como «un mandato global» y un «reconocimiento a todos los colombianos» por su resiliencia de cinco décadas y sus esfuerzos para la reconciliación nacional.

El jueves por la noche, Santos anunció que daba por «terminado» el plazo para escuchar las propuestas del Centro Democrático y anunció que cumplirá «el mandato de las elecciones presidenciales de 2014» y de la comunidad internacional con el premio Nobel de Paz.

Así, Holmes, Duque y Zuluaga –que además de delegados del uribismo para esta negociación compiten entre ellos en la carrera por la nominación de su partido a la Presidencia de la República en las elecciones de 2018– han propuesto incluso sentar a su delegación uribista en la misma mesa que los narcoterroristas de las FARC. En la nota, los tres se han comprometido en un comunicado no sólo «a aislar el proceso de implementación» del acuerdo nacional que piden «de la campaña presidencial», sino incluso a formar parte de una mesa a tres «integrada por voceros del Gobierno y sectores que votaron por el SÍ, voceros de sectores que votaron por el NO y voceros de las FARC».

Pero Zuluaga, Holmes y Duque sienten que han perdido el tiempo en las reuniones con la delegación presidencial, iniciadas en la misma semana posterior al plebiscito del 2 de octubre. Según denuncian, Santos ha despreciado las propuestas que ellos han presentado como representantes del CD, basadas en los dos puntos principales que defendieron durante la campaña del NO en el plebiscito –no a la elegibilidad de los narcoterroristas y no a su impunidad– porque, «en lugar de discutirlas, prefirió descalificarlas […] como inviables» en su alocución en la televisión pública.

En sus declaraciones a este periódico, los tres líderes uribistas rehuyeron toda crítica oportunista al presidente, pese a que las preguntas de este periodista les daban la oportunidad de afearle conductas, o de reivindicar para el líder de su partido un reconocimiento mayor al que le está concediendo el relato de la Presidencia actual en cuanto a la contribución de Álvaro Uribe al debilitamiento infinito que llevó a las FARC a pedir una negociación.

Pero ahora, después de tres semanas intentando negociar y «sacar la inigualable oportunidad de que Colombia alcance la paz» del debate político, han emitido este comunicado denunciando que Santos está «desafiando a los colombianos que votaron a favor de la paz y en contra del acuerdo que suscribió con las FARC», y que está «olvidando su condición de Jefe del Estado y las obligaciones que esa condición le imponen» hasta el punto de aprovechar la medalla del Nobel para «desconocer el mandato que recibió el 2 de Octubre».

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