Concluye la operación en Saint-Denis con dos terroristas muertos y siete detenidos
Tensa y larga madrugada de miércoles en Saint-Denis, suburbio al norte de París. Cerca del Estadio de Francia, uno de los escenarios el pasado viernes de la matanza del Estado Islámico (ISIS), Policía y Ejército han desarrollado una operación para atrapar a Abdelhamid Abaaoud, que se creía en Siria y considerado el cerebro de los atentados.
La misión, que ha comenzado a las 04.20 horas, ha concluido cerca del mediodía. Lo ha hecho con un balance de dos muertos (una mujer que ha activado su chaleco-bomba al verse cercada y un hombre que ha sido abatido) y siete detenidos (tres en el interior del apartamento en el que supuestamente estaba Abaaoud, dos en pisos vecinos y otros dos en las inmediaciones).
De acuerdo con informaciones de la Subdirección Antiterrorista de Francia (SDAT), los terroristas «preparaban un acto próximamente» en el barrio de La Défense. Se trataría de un «nuevo equipo» dispuesto a continuar el camino de los asesinos del 13N, que mataron a 129 personas, mantienen a decenas en estado grave y que tienen en alerta a las principales potencias occidentales.
El fiscal general, François Molins, ha indicado que por ahora es «imposible» desvelar la identidad de los yihadistas. El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, ha felicitado a los efectivos que han participado «de forma extremadamente valiente, recibiendo fuego en condiciones que hasta ahora nunca se habían encontrado».
Un ‘casero’ condenado por asesinato
El hombre que dio alojamiento a los terroristas ha asegurado ante las cámaras que no los conocía y que sólo estaba haciendo un favor. Jaward B., como se llama el individuo, ha sido llevado a dependencias policiales inmediatamente, además de para ser interrogado por sus ‘inquilinos’, por el asesinato en el pasado de su ‘mejor amigo’.
Sus antecedentes hacen pensar a los investigadores que no están ante alguien tan inocente como se ha presentado voluntariamente ante la opinión pública. Gente cercana a Jaward B. ha comentado que es un hombre «tranquilo» y que suele consumir drogas. La madre de la víctima acaba de enterarse de que el verdugo de su hijo está en libertad. Fue condenado en 2008 a ocho años de prisión.