Sánchez saluda al príncipe saudí acusado del crimen de Khashoggi tras cuestionar su foto con Juan Carlos I
El Gobierno de Pedro Sánchez colocó en una situación incómoda a la Casa Real el pasado mes de noviembre, al negarse a respaldar al Rey emérito Juan Carlos I ante las críticas de distintos partidos por fotografiarse junto al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman, que acababa de ser señalado por la CIA como el responsable del asesinato del periodista Jamal Khashoggi cometido en el consulado de Estambul.
En aquella ocasión, los principales líderes de Podemos calificaron de «terrible» que Juan Carlos I se hubiera dejado ver en público junto a Mohamed bin Salmán en el Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dhabi. La número 2 del partido de Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados, Ione Belarra, afirmó que la escena daña la imagen internacional de España y llegó a exigir la comparecencia del Rey emérito ante las Cortes para dar explicaciones de lo sucedido.
Ante este aluvión de críticas, el Gobierno de Pedro Sánchez decidió lavarse las manos y evitó respaldar a Juan Carlos I. La portavoz del Comité Electoral del PSOE, Esther Peña, recomendó a los periodistas que pidieran explicaciones a la Casa Real e indicó que el Gobierno no podía pronunciarse sobre lo sucedido porque no se trataba de “un evento oficial, no estaba en la agenda oficial”.
Esta actitud contrasta con el cariñoso saludo que el presidente Pedro Sánchez ha dedicado al mismo príncipe Mohamed bin Salmán durante la cumbre del G-20 celebrada en Japón. Sánchez se ha abierto paso en la sala para poder acercarse al heredero Saudí, saludarle afectuosamente e intercambiar unas palabras con él. Un efusivo encuentro que contrasta con la frialdad que el presidente norteamericano Donald Trump ha decidado a Pedro Sánchez.