El sabotaje a cuatro petroleros en aguas emiratíes fueron obra de un «actor estatal»
La representante permanente de Emiratos Árabes Unidos ante la ONU, Lana Nusseibeh, junto con sus homólogos de Arabia Saudí y de Noruega, han presentado en la sede de la Misión de EAU en Nueva York el informe preliminar sobre los sabotajes a cuatro petroleros, dos de ellos saudíes, un emiratí y un noruego, que se encontraban operando frente al puerto emiratí de Fujairah el 12 de mayo.
La conclusión principal de la documentación, a la que ha tenido acceso el diario The National, apunta a que los ataques habrían sido responsabilidad de un “actor estatal”, pues la complejidad de los mismos hace pensar que habrían sido llevados a cabo por “varios equipos operativos” con un “alto nivel de precisión”. Así, el informe expone que el sabotaje fue “diseñado para incapacitar a los barcos sin hundirlos o detonar sus cargamentos”, a través de la colocación de “minas de lapa” por debajo o al mismo nivel de la línea de flotación en la cámara del motor por “buzos desplegados desde embarcaciones rápidas”. La intencionalidad a la hora de escoger este emplazamiento específico, junto con el resto de factores analizados sugiere un “ataque sofisticado probablemente llevado a cabo por un actor estatal”.
Los cuatro petroleros atacados, el Amjad y el Marzoqah saudíes, el A. Michel emiratí y el Andrea Victory noruego, estaban en movimiento en el momento de los ataques y fueron saboteados en menos de una hora. Del mismo modo, la investigación preliminar revela que en la misma zona y al mismo tiempo en el que operaban los petroleros, otros 185 buques se encontraban navegando. Así, el informe advierte que “las explosiones podrían haber tenido resultados catastróficos”, dada la proximidad con las otras embarcaciones.
Los tres representantes permanentes han anunciado que continuarán con la investigación hasta que se concluyan los trabajos en un informe final y que compartirán estos resultados preliminares con la Organización Marítima Internacional, que tiene su sede en Londres, y con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En este sentido, Nusseibeh ha insistido en que el sabotaje constituye “una violación de la soberanía del Estado” y “una amenaza para la seguridad marítima e internacional global”.
Por su parte, el ministro de Estado de Asuntos Exteriores de EAU, Anwar Gargash, explicó, en una entrevista concedida al diario The National que una completa investigación sobre el asunto, con diversos Estados involucrados, era básica para tratar el tema antes de que las responsabilidades fueran atribuidas. Asimismo, el jefe de la diplomacia emiratí aseguraba que los amigos y aliados de la monarquía del Golfo son parte de la investigación y que hasta que esta no se resolviera y la presentación de los hechos fuera real, no se podrían “aventurar conclusiones”.
La investigación de Estados Unidos
El principal asesor de Seguridad de Estados Unidos, John Bolton, se desplazó a finales de mayo a Emiratos Árabes Unidos (EAU) para tratar el asunto de la estabilidad en el Golfo Pérsico. Durante la visita, apuntó directamente a Irán por el suceso referente a los barcos comerciales en territorio emiratí, señalando que este sabotaje se debió a minas navales que “casi con toda seguridad” eran de agentes proiraníes.
Washington anunció que estaba llevando a cabo una investigación propia sobre dicha cuestión, aunque de momento no se ha compartido ningún resultado. La representante de EAU ha afirmado que “ha habido conversaciones de a nivel de inteligencia y técnico con los Estados Unidos y varios socios internacionales”, pero ha reconocido que todavía no han recibido información estadounidense derivada de la investigación.
Irán se defiende
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, ha acusado en su cuenta de Twitter al servicio de inteligencia israelí, conocido como el Mossad, de “fabricar información de inteligencia sobre la participación de Irán en el sabotaje de Fujairah”. Además, ha apuntado directamente al “Equipo B” – compuesto por John Bolton, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu y los príncipes herederos de Arabia Saudí y de EAU, Mohamad bin Salmán y Mohammed bin Zayed, respectivamente – de estar detrás de las operaciones de inteligencia que vinculan a Irán con los sabotajes del 12 de mayo.