Rumanía se hunde en la inestabilidad: cae el Gobierno mientras el país se queda sin camas en las UCI

Rumanía atraviesa oscuros nubarrones con una doble crisis, tanto sanitaria como política. El mismo día en que trascendía que el país se ha quedado sin plazas hospitalarias disponibles en las unidades de cuidados intensivos (UCI) para la ciudadanía general -una de las consecuencias de los nefastos índices de vacunación contra el coronavirus en el país, de apenas un 28% de la población-, culminaba una moción de censura que ha hecho caer al Gobierno, disparándose así la inestabilidad política. A esto también ha contribuído el descontento social por los altos precios de la luz y el gas.

La alarma sanitaria en Rumanía se ha activado por completo este martes, cuando se anunciaban que los recursos hospitalarios del país están al borde del colapso. 1.480 pacientes ocupan las camas en las UCI disponibles en el país para la ciudadanía general, quedando reservadas únicamente otras 130 plazas para casos de coronavirus graves. Estas cifras de colapso hospitalario son las que marcan realmente las situaciones de urgencia en los países y retrotraen a las que sufrieron los países más afectados por la pandemia cuando llegó la primera ola, en la primavera del pasado año 2020.

En tanto que las medidas restrictivas van retirándose -a distinto ritmo en según qué estados- para ir acercándose a una cierta normalidad en la vida, los datos de incidencia del virus van evolucionando de forma diferente en cada territorio y de forma directamente proporcional a los datos de vacunación en la población. Rumanía es el segundo país donde menos ciudadanos han decidido inocularse las vacunas hasta el momento, sólo un 28,1% de la población tiene ya la pauta completa. El escepticismo con respecto a las vacunas contra el coronavirus es moneda de uso común tanto entre la población como la clase política en Rumanía, y los datos ilustran la consecuencia.

Caída del gobierno en plena tormenta

Pero el gobierno se ha enfrentado a sus propios problemas domésticos de índole política en las últimas jornadas: una moción de censura que ha culminado este martes con la victoria de la oposición por una aplastante mayoría. El depuesto primer ministro, Florin Citu, liberal, apenas llevaba en el cargo desde el pasado mes de dicimbre.

El presidente del país, Klaus Iohannis, de centroderecha, abrirá ahora consultas para formar un nuevo gobierno mientras el actual sigue actuando en funciones, pero sin un horizonte claro, en tanto que la moción de censura salió adelante merced a una heterodoxa alianza de improbable futuro que contó con el partido de centroderecha anterior socio del actual gobierno, los socialistas y la extrema derecha. De ahí que hay altas probabilidades de que el horizonte más probable sean unas nuevas elecciones, que es la elección favorita de los socialistas, líderes en las encuestas hoy por hoy.

Rumanía es también uno de los países donde más está afectando la subida de los precios de la electricidad y del gas en Europa durante los últimos meses. Esta nueva crisis, sumada a la errática gestión pandémica en los últimos tiempos, ha terminado por cavar la fosa del gobierno y sumir en la máxima inestabilidad a Rumanía.