ELECCIONES EEUU

¿Por qué los votantes de clase media han desertado del Partido Demócrata y prefieren a Trump?

La políticas progresistas demócratas han perjudicado a la clase media trabajadora que ahora mira a Trump

Votantes Trump, clase media
Donald Trump.

¿Por qué la clase media ha desertado del Partido Demócrata y estos votantes prefieren ahora a Donald Trump? ¿Por qué el Partido Demócrata ha perdido el apoyo incondicional de los sindicatos, la clase media trabajadora y parte de los votantes afroamericanos y latinos, todos ellos, integrantes de la espina dorsal de su electorado durante décadas? Es por las políticas progresistas demócratas que les perjudican: la inflación ha hecho daño a las familias, la mala gestión de la inmigración de la frontera en Arizona y las políticas energéticas y climáticas demócratas chocan con los intereses de la clase media estadounidense en estados como Pensilvania o Michigan. Este desencanto se muestra estos días en las encuestas: Kamala Harris va por detrás en los estados indecisos (swing states), que tradicionalmente han sido bastiones demócratas como Wisconsin, Michigan o Pensilvania.

Estos días Harris tiene todavía una leve ventaja en la media de las encuestas generales, que reflejan el sentir general de los estadounidenses. En cambio, desde hace semanas, si podemos utilizar de guía las encuestas, Trump ganaría las elecciones debido a la distribución de los votos electorales del sistema del Colegio Electoral. Clave es su victoria en todos los siete estados indecisos. Cuatro de ellos de tradición demócrata (Nevada y los tres del Muro Azul, anteriormente citados) han abandonado al partido de Harris. No les ofrece planes concretos en inflación, economía, inmigración ilegal o seguridad en la frontera. 

Como ejemplo, destaca que la Asociación Internacional de Bomberos haya anunciado recientemente que no apoyará a ningún candidato a la presidencia. El sindicato de bomberos respaldó a Joe Biden la última vez y ha apoyado a los candidatos demócratas en los últimos 40 años, con la única excepción de 2016, cuando entonces ganó Donald Trump a Hillary Clinton. Como puede ocurrir en estas elecciones en 2024, Trump perdió el voto popular en 2016, pero ganó la Casa Blanca gracias al voto electoral. Entonces, se alzó con la victoria con 304 votos electorales.

La Asociación Internacional de Bomberos ha seguido al poderoso sindicato de los Teamsters que no han anunciado ningún apoyo oficial tras encargar una encuesta interna y descubrir que sus bases preferían a Trump por un margen considerable.

El desencanto de los votantes de clase media estadounidense con el Partido Demócrata hace que miren a Trump: se debe a la inflación de este año y la crisis fronteriza -provocada por las políticas de la administración Biden-. Ha tensado las comunidades de todo el país.

También en política climática y energética: las propuestas progresistas de Kamala Harris y el resto de los demócratas chocan con los intereses de los trabajadores. Harris ha defendido un proyecto de ley que obligaría a que todos los coches nuevos fueran vehículos de emisiones cero para 2040. Esta política básicamente prohibiría la fabricación de automóviles convencionales, destruiría la base manufacturera estadounidense y daría podría proporcionar una gran ventaja estratégica considerable a China. Este cuenta ya con una enorme infraestructura para producir coches que funcionan con baterías.

Los valores culturales de las élites progresistas han hecho al Partido Demócrata distanciarse de los votantes de clase trabajadora, que miran a Trump desde 2016. Ahora lo sienten en las urnas. Una encuesta realizada en 2023 por el Instituto de Política Progresista reveló que los votantes no universitarios daban a los republicanos una amplia ventaja sobre los demócratas en la gestión de la delincuencia y la inmigración ilegal. Sólo el 25% de los encuestados respaldaba el uso unilateral del poder ejecutivo por parte de Biden para liquidar los préstamos estudiantiles. El 56% pensaba que esta política era injusta para los estadounidenses que no habían ido a la universidad.

Donald Trump y el Partido Republicano han sabido aprovechar las fractura en la coalición demócrata. Trump ha hecho hincapié en presentar una combinación de políticas que ayuda a la clase media estadounidense: fronteras estrictas, subsidios familiares, derechos federales y energía barata como respaldo para los trabajadores estadounidenses. Mientras, ha centrado su mensaje con propuestas específicas que ayudan a la clase media trabajadora de cada estado indeciso: seguridad en la frontera en Arizona, retirar los impuestos a las propinas en Nevada, recuperar los puestos de trabajos manufactureros en Michigan o fracking en Pensilvania.

En estas elecciones del 5 de noviembre, se sabrá si los votantes de clase trabajadora, pilar de la coalición demócrata durante décadas, votarán a partir de ahora a los republicanos o se quedarán en el Partido Demócrata.

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