ELECCIONES PRESIDENCIALES DE ESTADOS UNIDOS

Las políticas de izquierdas de Kamala le persiguen en los estados decisivos en su batalla contra Trump

En 2020 Kamala Karris hizo campaña en contra de los recortes de impuestos de Donald Trump

Kamala Harris
Kamala Harris. (Foto: Europa Press) (2)

El historial de políticas de extrema izquierda de la vicepresidenta demócrata Kamala Harris ha empezado a complicarle sus esfuerzos en ganarse a los votantes independientes de los estados indecisos, clave para ganar la batalla contra el ex presidente Donald Trump, candidato republicano. Con un discurso dirigido a los votantes moderados Harris ha estado esta semana en Wisconsin, estado donde el candidato republicano, Donald Trump, y Harris van empatados.

En cambio, sus políticas en el Senado, donde representó a California antes de convertirse en vicepresidenta, contradicen sus discursos más moderados, que hacen que los votantes desconfíen de la ex miembro de la Cámara Alta, donde se la ha considerado la más izquierdista dentro del Partido Demócrata.

Este sábado Harris ha estado en Massachussetts, un estado que los demócratas tienen ganado, en un acto de campaña para acercarse a los votantes. Y el viernes recaló en Texas, que tienen perdido los demócratas, al cual acuden a las fiestas de recaudación de fondos. En cambio, tiene que hacer campaña en Arizona, Nevada, Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Carolina del Norte, donde se encuentran los votantes que decidirán la carrera. De los estados citados, necesita, como mínimo, Wisconsin, Michigan y Pensilvania, donde los votantes quieren escuchar discursos moderados de reducción de impuestos y mano dura contra el crimen para proteger a las familias de Estados Unidos. Todo lo contrario a lo que ha manifestado hasta ahora Harris.

Impuestos

En 2020, cuando se presentó a las primarias del Partido Demócrata, Kamala Harris hizo campaña para poner fin a los recortes de impuestos de Trump, que expiran en enero.  Harris también apoyó un aumento del impuesto de sociedades del 21% actual al 35%.

Kamala Harris no ha propuesto todavía ningún plan fiscal, algo que han echado de menos los votantes de Wisconsin, Michigan y Pensilvania, los estados conocidos como el Blue Wall (Muro Azul), clave para que los demócratas mantengan la Casa Blanca. El electorado quiere saber qué va a hacer en materia de impuestos. El ticket demócrata, cuando estaba el presidente Joe Biden al frente antes de su renuncia como candidato, se ha comprometido a no subir los impuestos a los estadounidenses que ganen menos de 400.000 dólares. Pero no ha ofrecido detalles.

Crimen y policía

Harris participó en la redacción de la Proposición 57, que permite la puesta en libertad anticipada de algunos presos. Los críticos de la medida han condenado que permite la liberación anticipada de presos que cumplen penas por violación y trata de personas que han tenido relaciones sexuales con menores.

En 2020, Harris pidió junto con los demócratas más liberales respaldar los planes de desviar fondos públicos de la vigilancia policial. Entonces, Harris se mostró en contra de llenar las calles de agentes de policía para lograr más seguridad.

Sanidad

Harris no ha presentado propuestas en materia de sanidad como virtual candidata presidencial demócrata. En cambio, apoya la sanidad universal.  Necesita ofrecer un plan en los estados de Arizona y Georgia.

En 2017, copatrocinó la legislación Medicare para todos (programa sanitario del Gobierno para los mayores de 65 años), el cual habría prohibido los seguros de salud privados y creado un sistema gestionado por el Gobierno abierto a todos, incluidos los inmigrantes ilegales.

Harris propuso que Wall Street, gravando sus transacciones, y los hogares con ingresos superiores a 100.000 dólares al año pagasen la ampliación del servicio de Medicare.

Energía

Harris ha estado detrás de las políticas que pretenden eliminar el uso de combustibles fósiles en coches y camiones, edificios y viviendas, y centrales eléctricas en las próximas dos o tres décadas, y alimentarlos con fuentes renovables como la eólica y la solar. Unas políticas que nunca han sido bien recibidas por los estadounidenses de tendencia republicana.

Israel

Harris ha evitado estar en el discurso de esta semana del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ante el Congreso, al que debería haber asistido como vicepresidenta. Harris ha criticado la respuesta de Israel contra el grupo terrorista palestino Hamás y ha apoyado el derecho a protestar de manera pacífica de los estudiantes en contra de Israel en las universidades. Esta cuestión no afecta de manera directa a ninguno de los estados. En cambio, en general, a nadie del sector moderado de Wisconsin, Pensilvania o Michigan le ha gustado que Harris haya defendido el derecho de los manifestantes a protestar contra Israel mientras coreaban proclamas de los terroristas de Hamás.

Inmigración

Harris todavía no ha anunciado una programa para proteger la frontera sur con  México, una de las principales preocupaciones de los votantes. Esta semana los congresistas republicanos y seis demócratas han votado una resolución de condena en el Congreso criticando su trabajo como zar de inmigración, después de que Biden le encomendase esta tarea tras la crisis migratoria de 2021.  Su falta de propuestas ante la cuestión migratoria le restará votos entre el electorado de Arizona, tradicionalmente republicano, que en estas elecciones es uno de los estados clave para decidir quien será el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

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