Elecciones legislativas de EEUU

Todas las claves de las ‘midterms’ que pondrán a prueba el mandato de Biden

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Estados Unidos vota este martes unas elecciones legislativas en un ambiente de crispación política, dificultades económicas y enfrentamientos sobre las libertades individuales; comicios que decidirán la composición del Congreso durante los dos últimos años del mandato de Joe Biden, el futuro margen de maniobra de su administración y, ya entre líneas, se convertirán en un referéndum sobre la figura del mandatario y sus primeros 24 meses en el cargo.

A pesar de medidas tan aplaudidas como las que han facilitado el descenso del paro (un 3,7% en octubre, próximo a mínimos nunca vistos en décadas) o la condonación parcial de la deuda universitaria, Biden llega a estas elecciones con un índice de aprobación del 38%, según una encuesta publicada a finales de octubre por Pew Research, idéntica a la calificación de aprobación de Donald Trump en un punto similar de su presidencia.

La aprobación de Biden es más baja que la de otros presidentes recientes en el período previo a sus primeras elecciones legislativas, como Ronald Reagan (42%) y Bill Clinton (41%) o Barack Obama (46%). Esos tres presidentes, como Biden, perdieron terreno durante sus primeros dos años en el cargo.

La inflación ha dominado gran parte del debate previo de campaña y se ha convertido en el gran instrumento de los republicanos para crecer en unas encuestas donde son, como mínimo, favoritos a arrebatar el control del Partido Demócrata sobre la Cámara de Representantes, la cámara baja del Congreso, donde están en juego sus 435 escaños.

La batalla por el Senado, donde este martes se deciden 35 escaños, una tercera parte del total del hemiciclo, se antoja más favorable a los demócratas pero tampoco se puede decir que tengan la victoria en la mano, porque ambos partidos están a dos escaños de obtener la mayoría de la cámara, según estimaciones de la CNN. Los republicanos no están descartados en absoluto para obtener una victoria total en el Legislativo norteamericano.

A ello hay que añadir el profundo carácter local de unas elecciones donde también se decidirán gobernadores y secretarios estatales, así como votaciones adicionales respecto a cuestiones tan importantes en los últimos meses como el derecho al aborto o las libertades de voto.

Los demócratas se la juegan

Los demócratas ostentan la mayoría en ambas cámaras y aunque hay zonas que concentran la atención por el ajustado margen de las previsiones, como Pensilvania o Arizona, las dos formaciones comentan a Efe que su estrategia en estas elecciones no ha descuidado ninguno de los 50 estados del país.

«Nuestras políticas le interesan a cada votante. Se trata de sentido común. Todo ciudadano quiere vivir en una comunidad segura, que su hijo reciba una buena educación, tener independencia energética y que se usen nuestros recursos en lugar de los de Venezuela o Arabia Saudí», dice la líder del Partido Republicano, Ronna McDaniel.

McDaniel asumió la presidencia de esa institución en enero de 2017 y advierte de que, más que el control del Congreso, cuando este martes se renueve toda la Cámara Baja y un tercio del Senado en las urnas se decidirá en verdad la supervivencia del «sueño americano».

«Los estadounidenses están perdiendo sus ahorros y sus negocios y los niños sufren un retraso histórico en el colegio. Los demócratas están intentando asustar a la gente porque no la pueden mirar a los ojos y decir: ‘Miren lo que hemos hecho para mejorar el país en los últimos dos años’», sostiene.

El bando contrario argumenta en efecto que la democracia peligra si los conservadores se alzan con el poder legislativo y su mayoría saca adelante propuestas como la de imponer un veto al aborto a nivel federal.

«Estamos viendo algo inédito. En lugar de añadir derechos a lo que ya tenemos, se están retirando. EE.UU. no es así. Hemos visto eso por parte de dictadores en otras naciones. Y es algo por lo que debemos preocuparnos mucho», apunta el presidente del Partido Demócrata, Jaime Harrison.

Inflación y aborto

La inflación en Estados Unidos se acerca a máximos nunca vistos en 40 años y un 77% de los estadounidenses considera que es un tema primordial a la hora de decidir su voto, según la última encuesta publicada este domingo por ABC News/The Washington Post.

El partido Republicano, según este sondeo, aventaja en doce puntos o más a los demócratas en los índices de confianza a la hora de gestionar la situación económica en Estados Unidos.

Sin embargo, los demócratas responden con una ventaja significativa en la confianza de la población para un tema tan delicado como el aborto. En la encuesta, un 66% de estadounidenses considera que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, el porcentaje más alto el más alto en las encuestas de ABC/Post desde 1995.

Se trata, además, de una subida de ocho puntos desde abril, dos meses antes de que la mayoría conservadora del Tribunal Supremo eliminara el derecho constitucional a la interrupción voluntaria del embarazo.

Estos temas terminaron de conjugarse en los últimos coletazos de campaña el pasado sábado, en los que Joe Biden pidió el voto para «proteger la democracia» mientras que el expresidente estadounidense y todavía gran figura del Partido Republicano, Donald Trump -quien amaga con volver a presentarse a la Casa Blanca en 2024- acabó clamando por una «ola gigante republicana» para «salvar el sueño americano».

Crispación

El dominio de Trump en el Partido Republicano, impermeable a las acusaciones de instigar el asalto al Capitolio en enero de 2021 o a la investigación abierta por el FBI, redada incluida a su mansión de Mar-a-Lago, sobre la posible apropiación de documentos clasificados, son un ejemplo más que ponen los expertos sobre la crispación política que sigue dominando el país.

Esta tensión se tradujo a finales del mes pasado en el ataque contra el marido de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, agredido en su domicilio por el extremista David DePape, conocido por rechazar el resultado de las presidenciales de 2020 que dieron la victoria a Biden, detonante del asalto del año pasado al Congreso.

Según una encuesta de The New York Times, el 68% de los aspirantes a ocupar un lugar en el Congreso o en los gobiernos locales cree que hubo irregularidades en esas presidenciales, mientras Trump ha comenzado en muchos sentidos a presentar sus aspiraciones en estas elecciones de mitad de mandato.

De hecho, fuentes del portal Axios, próximas al ex mandatario, creen que podría anunciar el 14 de noviembre, como muy pronto, su nueva apuesta a la Casa Blanca, menos de una semana después del final de los comicios.

Sumando todas estas circunstancias, más la amplificación que proporcionan las redes sociales a las narrativas mencionadas, el grupo Soufan traslada la «preocupación» sobre la posibilidad de que Estados Unidos acabe siendo presa de una «profecía que se cumpla a sí misma»; una en la que las «predicciones más graves acaben cumpliéndose», con el efecto inmediato de un aumento de la violencia «antes, durante y después de los comicios».

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