Paraguay también traslada a Jerusalén su embajada en Israel, como EEUU y Guatemala
La decisión de Donald Trump de trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel desde Tel Aviv —capital económica del país— hasta Jerusalén —capital política y «eterna»— no sólo ha provocado el enfado de los palestinos, sino la imitación de ya dos países latinoamericanos. Después de la decisión de Guatemala, ahora ha sido el Gobierno de Paraguay el que ha dado el paso.
La disputa de Jerusalén por parte de israelíes y palestinos tiene su origen en la misma fundación del país de los judíos —de la que en 2018 se cumplen 70 años—. Tras la guerra de 1967, Israel ocupó, por salvaguardar su propia seguridad, la parte este de la ciudad y desde entonces administra la urbe entera, a pesar de que los barrios orientales tienen una inmensa mayoría de población árabe y son reclamados por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como la capital de su futuro Estado.
Sin embargo, Paraguay ya es el tercer país que en pocas semanas toma la decisión de mostrar públicamente su reconocimiento de Jerusalén como capital del Estado de Israel. Así, parece iniciarse una ola de reconocimiento internacional.
Si bien jurídicamente no es preceptivo que ningún otro Estado reconozca a una ciudad como capital de otro, sí que es significativo que todas las embajadas extranjeras se ubiquen en otra urbe ante una disputa territorial. Incluso las legaciones diplomáticas de países aliados. Y tan estrechos como EEUU e Israel.
El Gobierno del presidente de Paraguay, Horacio Cartes, trasladará su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, según ha informado este miércoles el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Paraguay será el tercer país de América que mudará su sede diplomática a Jerusalén, después de Estados Unidos y Guatemala.