Nicaragua rompe relaciones con Taiwán y reconoce oficialmente la autoridad de China
Nicaragua ha anunciado que ha roto relaciones con Taiwán y pasa a reconocer la autoridad china sobre la isla, asumiendo desde este momento el precepto de que «en el mundo sólo existe una sola China», según el léxico que la potencia asiática impone en su afán expansionista sobre su territorio vecino. El canciller del país latinoamericano, Denis Moncada, ha asegurado en una declaración oficial que «la República Popular CHina es el único Gobierno legítimo que representa a toda China y Taiwán es parte inalienable del territorio chino».
Hasta ahora, Nicaragua era uno de los pocos países que mantenía oficialmente vínculos diplomáticos con el Gobierno autóctono de Taipéi, capital de Taiwán, al tiempo que este reconocía la legitimidad de Daniel Ortega, el presidente de la nación centroamericana devenido en sátrapa, un apoyo que resultaba peculiar. Taiwán mantiene un régimen democrático que China aspira a anexionarse. Pekín considera Taiwán como parte de su territorio pese a que es independiente ‘de facto’ desde el final de la guerra civil china en 1959.
Se da la circunstancia de que Nicaragua alberga desde hace tiempo el sueño de contruir un gran canal transoceánico, que conecte el Atlántico con el Pacífico. Se trata de un proyecto no siempre vivo pero que el Gobierno de Ortega nunca ha abandonado y cuya concesión le fue otorgada hace algunos años, en 2014, a una empresa china. El mandamás de esta concesionaria, Wang Jing, un ex multimillonario asiático -perdió el 84% de su fortuna en 2015-, felicitaba públicamente a Daniel Ortgea por su victoria en las elecciones celebradas el mes pasado en Nicaragua, en las que apenas participó una pequeña parte de la población local.
Sanciones de EEUU
Al mismo tiempo, desde Estados Unidos se aseguraba este mismo jueves que su Administración usará «todas las herramientas disponibles para promover la democracia en Nicaragua», cuyo régimen está sancionado por sus abusos y su represión. Esta misma semana, la vicepresidenta de Nicaragua -Rosario Murillo- pareja de su jefe, Daniel Ortega, había pedido el fin de esas sanciones, que ahora rechaza Estados Unidos, como cabía esperar.
«Estamos comprometidos a utilizar todas las herramientas económicas y diplomáticas, por medio de la OEA, de otros actores en el mundo y con sanciones a quienes participan en las acciones antidemocráticas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo», ha sentenciado la subsecretaria de Estado de EEUU, Emily Mendrala, de visita en Costa Rica.
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