Khalid Masood, un ‘lobo solitario’ inusual
Khalid Masood, el terrorista yihadista que el miércoles atacó el corazón de Londres, se trata de un ‘lobo solitario’ un tanto inusual. Conforme la investigación policial avanza, van saliendo a la luz nuevos datos que diferencian al hombre que acabó con la vida de cuatro personas y dejó cerca de 40 heridos de otros terroristas que dijeron haber atentado en nombre de Alá.
Masood, identidad que adoptó cuando se convirtió al Islam tras su paso por la cárcel, era un hombre de nacionalidad británica e hijo de madre soltera cuyo nombre de nacimiento era el de Adrian Russell Elms, aunque también cambió éste con los años por el de Adrian Russell Ajao.
Culturista, padre de familia y poco sociable según sus vecinos, Khalid Masood tenía 52 años, una edad llamativa para radicalizarse y convertir su fe en una motivación para el asesinato yihadista. Y es que normalmente los ‘lobos solitarios’ han sido adolescentes y veinteañeros de segunda o tercera generación.
Alias distintos es una factor común entre los ‘lobos solitarios’, también los pasados violentos y las estancias en la cárcel. Y es que Khalid Masood había sido condenado por delitos de agresión, desórdenes públicos y posesión de armas llegando a pasar tres años entre rejas tras haber acuchillado a un hombre en una cafetería en el año 2000. Un arma blanca como ésa es con la que pretendía atacar en el Parlamento británico tras haber arrollado a decenas de personas en el puente de Westminster y que también han usado otros lobos solitarios para cometer sus crímenes.
Rasgo muy típico entre atacantes yihadistas, por tanto, es el de haber sido delincuentes, no así tanto la edad o la profesión; si es que finalmente se certifica que Masood hubiera ejercido como profesor de universidad, extremo que aseguran ciertas publicaciones. Si bien, esto lo contradice el Departamento de Educación de Reino Unido, que aseguró no tener ningún registro de que Masood haya trabajado como maestro en las escuelas públicas inglesas. Por lo que lo de maestro o profesor de inglés en Arabia Saudí podría ser tan sólo una tapadera o una forma de mantenerse mientras se radicalizaba, y no tanto un estatus social diferenciador.
Ahora, falta confirmar si realmente atacó en solitario o detrás de la tragedia de Londres había una red yihadista por las numerosas detenciones que se están llevando a cabo.