Estados Unidos acuerda con Erdogan el alto el fuego en Siria

Estados Unidos acuerda con Erdogan el alto el fuego en Siria
Donald Trump, Mike Pence, el general John W. Raymond y Mark Esper, en la inauguración del Comando Espacial de EEUU.

Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, y Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano, se reunieron con Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, y acordaron un alto el fuego en Siria de cara a los próximos cinco días, tras los últimos combates entre fuerzas turcas y kurdosirias.

Pence y Pompeo viajaron hasta la capital turca de Ankara para encontrarse con el ‘sultán’ Erdogan debido al enconamiento entre las partes enfrentadas en suelo sirio y acabaron arrancando un acuerdo con el líder otomano para detener la invasión turca sobre el terreno y permitir el repliegue de las formaciones locales kurdas del noreste de Siria, las cuales estaban siendo apoyadas ahora por el régimen sirio de Bachar al-Asad y por Rusia, aliado preferente del mandamás sirio.

En el último episodio del conflicto bélico desarrollado durante las últimas horas se había producido un duro enfrentamiento armado entre divisiones turcas y las milicias kurdosirias en las ciudades fronterizas de Ras al Ain y Tal Abiad; y en el estratégico enclave de Manbech, donde las tropas de Al-Asad se habían desplegado tras el pacto de colaboración alcanzado con los grupos armados kurdos.

También, tras la última salida de tropas norteamericanas de Siria, Rusia había ocupado los emplazamientos dejados por estas y orquestado una operación conjunta con las fuerzas sirias para poder entrar en la estratégica ciudad de Kobane, que Turquía buscaba controlar a toda costa desde que comenzase su operación militar el pasado día 9 de octubre.

EEUU ha propiciado así el cese temporal de las hostilidades y también el fin del hostigamiento turco a las milicias kurdas, las mismas sobre las que se había apoyado la Administración estadounidense para derribar al grupo yihadista Daesh. Además del repliegue del Ejército turco a 20 kilómetros de la frontera entre el territorio turco y el sirio.

Después de más de cuatro horas de reunión entre Mike Pence, Mike Pompeo y Recep Tayyip Erdogan, se llegó a un entendimiento que significa una continuación de los contactos desarrollados tras la conversación telefónica del pasado día 6 entre el presidente turco y Donald Trump, presidente de EEUU, de la que se desprendía que la Casa Blanca permitía a las autoridades turcas la creación de una zona de seguridad en la frontera entre Turquía y Siria con el objetivo de echar de la zona a las milicias kurdas de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y realojar a los más de tres millones de refugiados sirios emplazados en territorio turco.

Pence incidió en este asunto para aclarar que el alto el fuego temporal pasará a ser definitivo cuando Turquía vea cumplido su deseo del desalojo de las YPG de la zona de seguridad, quedando bajo control otomano. Mevlüt Çavasoglu, ministro de Asuntos Exteriores turco, interpretó esta concesión estadounidense como el triunfo de la voluntad de su nación sobre que “la zona de seguridad estará principalmente controlada por las Fuerzas Armadas turcas”, según el comunicado hecho público.

“El acuerdo pone fin a la violencia, que es lo que el presidente Trump nos había encargado que hiciéramos, y así se lo hemos dicho al presidente Erdogan”, indicó durante la jornada del jueves Mike Pence en la rueda de prensa que concedió en Ankara acompañado de Mike Pompeo tras el encuentro con el presidente turco. Erdogan había anunciado previamente que no estaba dispuesto a recibir a Pence ni a Pompeo, al considerar que no eran sus “homólogos”, pero acabó cambiando de opinión y cedió a la celebración de este cónclave, el cual acabó fructificando en el acuerdo entre las partes.

Pence recalcó ante los medios de comunicación que las fuerzas kurdosirias de las YPG serán retiradas de la franja de seguridad conformada por una distancia de 32 kilómetros de ancho y 480 de largo entre Turquía y Siria.

El vicepresidente norteamericano también prometió que durante el alto el fuego su país no impondrá más sanciones a Turquía y que si llega el alto el fuego definitivo se retirarán las restricciones impuestas recientemente. Estas sanciones promulgadas por el gigante norteamericano incluían las impuestas a los Ministerios de Defensa y Energía y Recursos Naturales de Turquía, la subida de aranceles contra el acero turco hasta el 50% y cerrar las puertas a un posible acuerdo comercial entre EEUU y el país turco.

El vicepresidente norteamericano también garantizó que no se llevará a cabo ninguna operación militar contra el objetivo de Kobani y que se colaborará para trabajar en la organización de las instalaciones de detención y para atender a la población desplazada.

El propio Pence también destacó que se había trasladado a Erdogan que “la prioridad de respetar las vidas humanas vulnerables, los Derechos Humanos y las comunidades religiosas y étnicas en la región”; además, defendió que el pacto rubricado “salvará vidas” y “supone una gran contribución a la seguridad en la región”.

El mismísimo Donald Trump celebró en la red social Twitter los avances llevados a cabo tras la reunión entre Pence, Pompeo y Erdogan, los cuales calificó de “grandes noticias”, gracias a las cuales “millones de vidas serán salvadas”. “Este es un gran día para la civilización”, remarcó el presidente norteamericano.

Mientras tanto, la oposición del Partido Demócrata norteamericano ha tachado de “farsa” el acuerdo de alto el fuego sellado por la Administración de Trump y Turquía. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, y Chuck Schumer, líder demócrata en el Senado, criticaron duramente la tregua alcanzada por ambas partes, que permite la marcha de las fuerzas kurdas de la zona de seguridad, lo cual exigía Turquía.

El acuerdo “socava gravemente la credibilidad de la política exterior estadounidense y envía un peligroso mensaje a nuestros aliados y adversarios de que no se puede confiar en nuestra palabra”, indicaron en un comunicado conjunto ambos dirigentes opositores a Trump. “El presidente Erdogan no ha renunciado a nada, y el presidente Trump le ha dado todo”, remarcaron ambos en la nota oficial.

La decisión previa de Trump de retirar tropas de las zonas kurdas de Siria, dejando estas a merced de Turquía, encendió los ánimos entre las filas del Partido Demócrata y de sectores del Republicano incluso. Ambas formaciones votaron el pasado miércoles en la Cámara de Representantes de forma mayoritaria en contra de esta iniciativa al considerar que “una retirada abrupta del personal militar de EEUU de determinadas partes del noreste de Siria beneficia a adversarios de EEUU, como Siria, Irán y Rusia”.

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