Erdogan interfiere en las cuentas libias para pagar “la guerra” de Sarraj
Turquía estaría tratando de controlar los recursos de la economía libia
Según economistas libios, citados por Al-Ain, Turquía estaría tratando de controlar los recursos de la economía libia, y, de esa manera, imponer a sus empresas por orden directa la adquisición de proyectos en el país norteafricano.
El informe revelado por el jefe del Comité de Crisis de Liquidez del Banco Central de Libia en Bengasi, Ramzi al-Agha, detalla cómo el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan está recurriendo a las reservas de efectivo libias en sus bancos para hacer frente a sus crisis, lo que impide que sea utilizado desde Trípoli para cualquier proyecto relacionado con él o devolverlo al país, para salvar el dinar libio.
Los expertos advirtieron sobre un plan del Erdogan para saquear las reservas de divisas libias en el Banco Central de Turquía y utilizarlas para salvar a su país de la “asfixiante” crisis económica que atraviesa.
Hace unos días, la Fiscalía libia reveló que se habían gastado más de 800 millones de dólares en inversiones falsas que no cotizan en el extranjero. El jefe de la investigación de la Fiscalía General Al-Siddiq al-Sour confirmó que existen casos con el fiscal general holandés y suizo y la empresa Deloitte en relación con Libyan Investement Corporation, que invierte más de 65 mil millones de dólares en el exterior, indicando que existe cooperación con empresas internacionales para ayudar a la investigación sobre la corrupción en el seno del Gobierno libio con dinero público.
Saeed Rashwan, el economista libio, dijo a Al-Ain que el Banco Central de Libia en Trípoli otorgó a Turquía seis mil millones de dólares como un buen préstamo sin intereses, para ayudar al Banco Central turco a resistir la creciente demanda del dólar y el continuo colapso de la lira turca.
El economista libio explicó que estos fondos, que ahora están en el Banco Central de Turquía, serán transferidos de los depósitos con Turquía a las cuotas que Libia pagará como facturas por la guerra que libró Ankara contra el Ejército libio, que intentaba liberar a Trípoli de las milicias que controla.
Señaló que los depósitos de Libia pueden no ser suficientes para pagar la factura de guerra, en la que Turquía usó mercenarios por miles y estableció un salario de dos mil dólares para cada uno, además de los buques de guerra, barcos y drones, que Turquía utilizó para salvar al Gobierno de Sarraj.
Destacó que el próximo Gobierno no podrá exigir ese dinero, y si lo hace, Turquía sacará el proyecto de ley de guerra – del que nadie sabe nada – para montar una compensación y exigir a Libia que pague el resto del dinero, indicando que Ankara no quiere acabar con el conflicto en Libia, siendo el único beneficiario, y se verá privado de las importaciones de petróleo de Libia, que cree que tienen más derecho a él, por lo que está tratando de bloquear los acuerdos actuales y las vías en Libia lideradas por la misión de la ONU.
Ibrahim Al-Jarari, jefe de la Cámara Económica Libio-Egipcia, confirmó a Al-Ain que Ankara se está esforzando con todo su poder para controlar los recursos de la economía nacional e imponer sus empresas en el país por orden directa.
El funcionario libio agregó que el presidente turco busca abordar el colapso económico de su país y el importante deterioro de la lira turca, adquiriendo los recursos del estado libio, ya sea a través de depósitos en sus bancos, o a través de sus empresas que está tratando de crear un ambiente para ellos en Libia.
Hace unos días la misión de la ONU en Libia, a través de su representante, Stephanie Williams, anunciaba la fecha fijada para las próximas elecciones en Libia, que se celebrarán el 24 de diciembre de 2021, coincidiendo con el 70 aniversario de la declaración de independencia del país.
Las conversaciones de la semana pasada en Túnez siguen a un alto el fuego acordado el mes pasado entre las dos partes principales en la guerra del país: el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) reconocido internacionalmente y el autodenominado Ejército Nacional Libio (LNA) del comandante militar renegado Jalifa Haftar, con sede en el este.
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