El entorno del opositor ruso envenenado denuncia que los médicos están presionados por el Kremlin
Kira Yarmysh, la portavoz del opositor ruso Alexei Navalni, hospitalizado de urgencia en la ciudad de Omsk después de haber sido presuntamente envenenado con una toxina, ha denunciado que los médicos, presionados por el Kremlin, se niegan a autorizar su traslado a otro hospital tal y como se les había asegurado en un primer momento.
Yarmysh ha señalado directamente al Gobierno de Moscú de estar detrás de esta decisión tomada, ha dicho, «en el último momento», pues en un primer instante, «los médicos dijeron que estaban listos para autorizar el traslado».
Así lo ha comunicado a través de su cuenta de Twitter, en donde también ha denunciado que la vida de Navalni, en coma desde el jueves, está en peligro porque «el jefe de cuidados intensivos se niega a asumir su responsabilidad».
«El avión que organizamos para la evacuación de Alexei debería aterrizar en una hora. La prohibición de su traslado es un atentado contra su vida», ha añadido. Según la agencia rusa TASS, que cita a la web Flightradar.com, el avión ya ha aterrizado en Omsk tras haber despegado horas antes de la ciudad alemana de Nuremberg.
Ese transporte al que hace referencia Yarmysh, podría ser el de la ONG alemana Cinema for Peace, quien informó horas después de conocerse la situación de Navalni que fletaría un avión medicalizado para que el opositor pudiera ser trasladado a Berlín, junto a su mujer, según contó su presidente, Jaka Bizilj, al diario ‘Bild’.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró después que el Ministerio de Sanidad ruso estaba dispuesto a autorizar el traslado si recibía una petición en ese sentido, sin embargo, denuncia Yarmysh, ahora «el equipo médico se niega a aprobar el traslado».
En opinión de la portavoz del opositor, se está tratando de «ganar tiempo» al negársele el traslado con el fin de que «ya no se pueda rastrear el veneno en su cuerpo». «Con cada hora de retraso aumenta la amenaza contra su vida», ha denunciado.
Sin diagnóstico
Entretanto, los médicos que le atienden en el hospital de Omsk en el que se encuentra ingresado se han negado a desvelar las hipótesis que barajan respecto a su situación.
«Tenemos cinco diagnósticos preliminares hoy; lamentablemente, no puedo revelarlos en virtud de una ley federal, pero son las hipótesis de trabajo y las estamos examinando todas», ha declarado a la prensa Alexander Murajovski, médico jefe del hospital de emergencias BSMP-1 de Omsk.
El responsable médico ha confirmado que Navalni permanece en coma en la UCI y su estado ha mejorado un poco. «Todos estamos luchando por la vida de nuestro paciente», ha asegurado, precisando que aún se le siguen realizando pruebas y se espera que estas lleven «un par de días más», si bien no ha entrado en detalles sobre las mismas.
Además, ha dicho que los médicos no pueden autorizar el traslado de Navalni a otro hospital, aunque los familiares asuman la responsabilidad. «No podemos permitirlo cuando el traslado de una persona suscita recelos», ha argumentado, según informa la agencia rusa Sputnik. Preguntado sobre qué podría ocurrir en el traslado, ha respondido: «Cualquier cosa… incluso lo peor».
«Si la condición del paciente fuera estable, los expertos no habrían puesto objeciones durante su reunión, pero hoy por hoy es temprano para trasladarlo», ha sostenido Murajovski, que ha indicado que Navalni está con ventilación mecánica.
La cara más visible de la oposición a Putin
Navalni, una de las caras más visibles de la oposición al presidente ruso, Vladimir Putin, tuvo que ser ingresado de urgencias el jueves en un hospital de Omsk, en el centro sur de Rusia, tras encontrarse indispuesto durante un vuelo de vuelta a Moscú desde la ciudad siberiana de Tomsk.
Su caso recuerda al de otros opositores y disidentes rusos envenenados en los últimos años. En 2006, el antiguo agente del servicio secreto Alexander Litvinenko falleció tras haber tomado un té que contenía polonio-210, una toxina radiactiva, durante una reunión en Londres.
También en suelo británico, el antiguo espía convertido en agente doble Sergei Skripal y su hija fueron hallados inconscientes en marzo de 2018 frente a su residencia en Salisbury después de haber sido envenenados con un agente nervioso, si bien ambos consiguieron sobrevivir. Londres responsabilizó a las autoridades rusas de este suceso.