Trump abandona la Casa Blanca sin esperar al juramento de Biden: «Volveremos de alguna manera»
Última hora de la investidura de Joe Biden
Donald Trump (Nueva York, 1946) ya es historia, o no. El 45º presidente de los Estados Unidos ha abandonado la Casa Blanca después de cuatro años ocupando el despacho con más poder del planeta. El republicano ha salido de la residencia presidencial acompañado de su esposa, Melania Trump, cuatro horas antes de la investidura de Joe Biden. En su despedida desde la base aérea de Andrews, antes de coger el Air Force One con destino a su mansión en Palm Beach (Florida), ha dejado una frase enigmática: «Adiós, os queremos y volveremos de alguna manera».
Es la primera vez desde 1841, cuando Martin Van Buren no asistió a la jura del cargo de William Henry Harrison, en la que el presidente saliente no estará en la ceremonia de inauguración del mandato de su sucesor en la escalinata del Capitolio.
En su improvisada despedida en Andrews, acompañado de la música de The Village People, Trump ha repasado los logros de su mandato. «Han sido cuatro años increíbles. Hemos conseguido mucho juntos», ha dicho antes de dar las gracias a su equipo y a la primera dama.
«Estaré observando»
«Siempre lucharé por vosotros. Estaré observando. Estaré escuchando», ha añadido antes de desear «gran éxito» a la administración de Biden, ya que, en su opinión, «tiene los cimientos para hacer algo espectacular durante los próximos cuatro años». Después, y mientras sonaba el My Way de Frank Sinatra, ha embarcado junto a Melania en el Air Force One rumbo a su nueva residencia en Florida.
Trump aseguró el martes en un vídeo que «reza» porque el Ejecutivo de Biden tenga «éxito» para «mantener a Estados Unidos segura y próspera», al tiempo que rechazó el ataque al Capitolio llevado a cabo por decenas de sus partidarios el 6 de enero, algo que no evitará que el magnate neoyorquino sea sometido a un segundo ‘impeachment’ -el primer presidente en la historia del país en ser sometido a dos procesos de destitución- por «incitar a la insurrección».
La transición de Trump a Biden es la más tensa de la historia. Los dos dirigentes no han mantenido una sola reunión, después de que el republicano haya denunciado que ha sido víctima de un fraude electoral que le ha arrebatado la presidencia, algo que no ha conseguido acreditar ante ningún tribunal.
El 45º presidente norteamericano se marcha sin reconocer su derrota en las urnas y abandonado por gran parte de los que han sido sus partidarios durante estos cuatro años. Hoy ningún miembro de su Gabinete le ha acompañado en la despedida. El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, fue especialmente duro con su jefe de filas hace unos días, al que acusó de haber provocado el asalto del Capitolio. Con todo, Donald Trump mantiene un amplio respaldo popular: cuatro quintas parte de los 74 millones de estadounidenses que votaron por Trump insisten en que hubo fraude electoral.
El enigmático «volveremos de alguna manera» con el que se ha despedido, sumado a «el movimiento no ha hecho más que empezar» que dijo el martes, añade leña al fuego informativo que The Wall Street Journal ha alimentado estos días publicando que Trump valora con sus colaboradores más estrechos la posibilidad de dejar el Partido Republicano y fundar su propio Partido Patriota.
Un nuevo día en América
La nueva era que inaugura Biden llegará sin el calor del público en el Mall de Washington, algo sin precedentes. Es la primera vez que sucederá desde que el primer presidente de Estado Unidos, George Washington, juró el cargo el 30 de abril de 1789 en la ciudad de Nueva York.
It’s a new day in America.
— Joe Biden (@JoeBiden) January 20, 2021
El dirigente demócrata ha celebrado la jornada pese a todo. «Es un nuevo día en América», ha escrito en su cuenta personal de Twitter tras pasar la noche en la Blair House, la residencia oficial para invitados en Washington. La jornada del nuevo presidente de los Estados Unidos arrancará con una misa a la que acudirá también su vicepresidenta, Kamala Harris, antes de que el grupo se desplace hasta la sede del Congreso norteamericano.