Los chilenos votan a favor de mantener la Constitución del dictador Pinochet en vez de aprobar una nueva
Con más de la mitad de los votos escrutados, el 55% de los votantes en el plebiscito han rechazado iniciar otro proceso constituyente
El pueblo chileno ha decidido este domingo que el país no se embarque en un nuevo proceso constituyente y quedarse, por tanto, con la Constitución que rige desde 1980, la que se aprobó durante la dictadura del general Augusto Pinochet. Paradójicamente, la izquierda de Chile renegaba del nuevo proyecto que se ha sometido a plebiscito, porque no es el suyo. Así que, por derivación, también prefiere seguir con la predemocrática Constitución de 1980 en vez de aprobar un nuevo proyecto de Carta Magna que no ha sido capaz de controlar. Tras fracasar en su intento de proyecto constituyente, la izquierda perdió la mayoría para pilotar la redacción de un nuevo texto, tarea que pasaba a controlar la derecha.
De ahí que el plebiscito de este domingo sea considerado como un fin de ciclo que deja atrás las discusiones sobre si se afrontaba o no una nueva Constitución.
Para la izquierda se le ha convertido un problema: si se hubiera abierto un nuevo proceso constituyente, se enfrenta a una mayoría de derechas para su definición; pero, al mismo tiempo, al haberse rechazado la redacción de una nueva Carta Magna, queda legitimada socialmente la Constitución heredada de Pinochet, con lo que las izquierdas pierde un recurrente argumento de esos partidos contra el actual régimen constitucional de Chile.
Este es el escenario al que se ha visto abocado el presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, que ha cosechado un revés de órdago en este asunto. Llegó al poder en marzo de 2022 con la promesa estrella de aprobar una nueva Constitución. Pero cuando sometió ese proyecto a referéndum cosechó un fracaso y, por añadidura, a continuación la derecha conservadora obtuvo una holgada victoria en la elección de consejeros del nuevo órgano constituyente. La emanada de este órgano es la que se somete a referéndum este domingo.
La expresidenta socialista Michelle Bachelet ha sido una de las que ha manifestado su rechazo a una nueva Constitución. «Creo que no hay ni ánimos ni ganas de hacer un nuevo proceso, y hay otros problemas más urgentes que responder, porque la constitución no resuelve los problemas de seguridad», ha manifestado ante el colegio electoral al que ha acudido a depositar su voto.
Por su parte, el derechista José Antonio Kast ha planteado la votación como un cierre de ciclo. «Luego de 4 años de inestabilidad económica, política y social, llegó el momento de cerrar el proceso constitucional y enfrentar las urgencias sociales de Chile. ¡Voto por la libertad y por el futuro de Chile!», ha publicado en X, antes Twitter. «Para Chile es muy importante la alta participación, porque eso va a ratificar que las personas están realmente interesadas en el futuro de la patria», ha argumentado.
Tras el fallido referéndum de septiembre de 2022, cuando la población rechazó de forma contundente –con casi un 61,9 por ciento de los votos– la propuesta planteada por una Convención Constitucional de marcado carácter izquierdista, los chilenos votarán de nuevo una propuesta de Carta Magna a cargo ahora del Consejo Constitucional, con mayoría conservadora.
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