Assange denuncia los «abusos» de su proceso: «Las relaciones fueron sin preservativo, pero consentidas»

Julian Assange
Julian Assange, recluido en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012. (Foto: AFP)

La persecución legal a Julian Assange siempre ha sido sospechosa de estar motivada por causas políticas más que jurídicas. Y él ha contribuido a esta visión permaneciendo refugiado desde hace más de cuatro años en la embajada de Ecuador en Londres, para evitar su detención y extradición a Suecia, donde se le persigue por dos supuestos delitos de abusos sexuales. Este miércoles, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha hecho público el testimonio íntegro que ofreció ante la Fiscalía sueca en relación a los presuntos delitos sexuales que se le atribuyen y ha alegado que, aunque sí que mantuvo relaciones sin preservativo, éstas fueron consentidas por la otra parte.

Assange, de 45 años, permanece atrapado en la Embajada de Ecuador en Londres desde el año 2012, después de que se refugiase en esta legación para evitar una extradición a Suecia. Teme que este traslado sea el primer paso para otro posterior a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por la filtración masiva de documentos secretos en la página web que inauguró la época de las publicaciones de documentos confidenciales que tanto están influyendo en las políticas internacionales desde hace unos años.

Representantes de la Fiscalía sueca se desplazaron en noviembre hasta Londres para proceder al interrogatorio y este miércoles Wikileaks ha divulgado la declaración. «La razón es simple. Quiero que la gente sepa la verdad de los abusos que se están cometiendo en el proceso», ha afirmado en un comunicado.

Assange explicó en su declaración que en el verano de 2010, coincidiendo con su llegada a Suecia, sufrió el bloqueo de todas sus tarjetas, lo que le hizo depender de la hospitalidad ajena. Entonces, una mujer que «parecía simpática» y que podía estar «interesada» en él se cruzó en su camino.

«Dejó muy claro que quería mantener relaciones sexuales» e incluso –siempre según la versión de Assange– le invitó a posar sus manos sobre sus pechos en un cine. El fundador de Wikileaks reconoció que estaba «preocupado» por la «intensidad» de este interés, en la medida en que todavía seguía enamorado de otra mujer.

Finalmente, ambos mantuvieron relaciones sexuales, sin preservativo pero consentidas. «Estoy seguro de que no estaba dormida. También lo estoy de que consintió expresamente el sexo sin protección antes de que comenzase la relación», dijo Assange, en contra de lo manifestado por la supuesta víctima en su denuncia, según The Guardian.

Assange aseguró que los mensajes enviados por la mujer demuestran que no estaba dormida cuando se produjo la penetración y que, al menos en ese momento, «no quería presentar ningún cargo». La Policía, sin embargo, «quería poner sus manos sobre mí», añadió, antes de atribuir su arresto al interés de la mujer por que se hiciese una prueba de enfermedades de transmisión sexual.

Hasta ahora, el fundador de Wikileaks no había hablado con detalles de la relación que le terminó costando la apertura de investigaciones contra él. La abogada de la denunciante, Elisabeth Massi Fritz, ha considerado «desafortunado» el paso dado ahora.

La Fiscalía de Suecia tiene ahora en su mano si decide seguir con las investigaciones o archivarlas.

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