Sigue estos trucos para ajustar un carburador

En los motores clásicos, los carburadores se encargan de realizar la mezcla de aire y combustible para permitir su funcionamiento. Pero, con el paso del tiempo, pueden acabar desajustándose y provocando todo tipo de problemas y estresando el motor. Aprender cómo ajustar un carburador es clave, entonces, para conseguir el ralentí correcto y evitar ese desgaste innecesario.

Lo que lograrás es que el motor no funcione demasiado rápido ni demasiado despacio, sino justo a la velocidad a la que debería. También es importante destacar que no necesitas tantos conocimientos ni herramientas especiales. Basta con algo de tiempo.

Los trucos para ajustar un carburador

Lo primero que tienes que hacer es coger el filtro de aire y retirarlo. Esto no siempre es así, pero sucede en la mayoría de los coches. Desatornilla la tuerca de mariposa y los demás conectores y quítalo con cuidado. Si no lo encuentras, revisa el manual del coche.

A continuación busca los tornillos de ajuste sobre la parte frontal del carburador. Deberían ser dos. Con un destornillador o la mano ve girándolos poco a poco para ajustar la mezcla de aire y combustible del carburador. Si no hallas dos tornillos sino tres, puede deberse a que sea un auto de GM. En ellos, necesitarás una herramienta específica para manipular el carburador Quadrajet. Asimismo, ocurre en algunos vehículos que están ajustados cuatro tornillos en las cuatro esquinas y no dos principales.

Debes encender el motor y dejar que se caliente a la temperatura de funcionamiento normal. Verifica constantemente el calibrador de temperatura y ayúdate escuchando el sonido del motor para comprobar cómo suena.

Los síntomas más comunes son los siguientes:

• Si usa demasiado combustible, emitirá un sonido fuerte al acelerar
• Si usa demasiado aire, percibirás un desagradable olor a gas

Así, tienes que ir ajustando los dos, tres o cuatro tornillos -según el modelo- hasta que sientas que responde de la forma correcta.

¡No olvides revisar el ralentí!

El número mínimo de revoluciones por minuto de un motor cuando no se pisa el acelerador y no está engranada ninguna velocidad es conocido como ralentí. Está localizado al final de un cable que comienza en el acelerador o pedal del acelerador y casi siempre pasa por la carcasa del ventilador hasta el carburador.

Encendido el motor y a temperatura normal, gira el tornillo del ralentí para ajustarlo. Debes girarlo en el sentido de las agujas del reloj sin sobrepasar la mitad de su recorrido mientras escuchas el motor.

En el manual verás la velocidad óptima de uso, aunque puedes modificarla a la baja o a la alta según tus pretensiones.