Costura

Cómo transformar un vestido en falda en sencillos pasos

Una alumna con una falda.
Una alumna con una falda.

Una de las grandes ventajas de las prendas largas, como los pantalones o los vestidos, es que podemos darles otro uso recortándolos. Por ejemplo, podemos transformar un vestido en falda en sencillos pasos.

Este es un procedimiento sencillo que podrás llevar a cabo incluso en tu casa, y que te permitirá aprovechar ese vestido que ya no te gusta como tal o que has heredado de alguna otra mujer de la familia y quieres recuperar.

De esta forma, realizarás un reciclaje de prendas que es una de las tendencias en la moda hoy en día, ahorrarás bastante dinero al no tener que comprar una falda nueva y podrás sorprender con un diseño exclusivo.

El reciclaje en la moda está a la orden del día, y es que poder aprovechar cualquier prenda para convertirla en otra sin duda es una excelente opción, así no te aburrirás de llevar siempre lo mismo y de igual manera.

Transformar un vestido en falda

  1. Lo primero que tienes que hacer es cortar el largo del vestido para que tenga el deseado, a no ser que quieres que la falda tenga exactamente el mismo y retocar solo la parte superior.
  2. A la hora de cortar la parte superior, ten en cuenta que en la cintura vas a tener que hacer un dobladillo, por lo que debes dejar unos 5-6 cm de más.
  3. Una vez que hayas cortado, haz un dobladillo en la cintura, que sea lo suficientemente ancho como para que quepa un cordón que vas a tener que meter después para ajustar la cintura.
  4. Plancha el dobladillo, así será más fácil para coserlo, aunque antes hay que hacer un par de ojales que será por donde salga el cordón que irá a la cintura.
  5. Cose el dobladillo de la cintura tanto por la parte superior como por la inferior, haciendo así un dobladillo ancho con espacio suficiente como para meter el cordón que hayas elegido.
  6. Si quieres un diseño más original puedes poner otra tela sobre el dobladillo, en otro color, para así crear un contraste.

Primero, debes cortar el largo del vestido para que sea justo el que quieras que tenga la falda. Posteriormente deberás cortar la parte superior, dejando unos cinco/seis centímetros extra a la altura deseada.

Una vez realizados los dos cortes, haz un dobladillo a la altura de la cintura, lo suficientemente ancho para que en su interior quepa un cordón, que es el que vas a introducir en este hueco para poder ajustar la cintura de la falda.

Te recomendamos que planches el dobladillo para que no sea tan difícil hacerle los ojales ni coserlo. Puedes añadir un trozo de tela de otro color al dobladillo para combinar esos dos tonos.

Lo último serían los detalles sobre la falda, como hacerle unos pequeños cortes o pegarle unas lentejuelas. Dependerá de qué margen te dé la tela original del vestido y cuánto puedas jugar con ella y los accesorios.

En cualquier caso, lo importante es que no tienes por qué deshacerte de ese vestido sino que puedes darle una segunda oportunidad ahora como falda, renovando tu armario sin tener que gastar un céntimo.

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