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Así debe secar la albahaca, sigue estos pasos para que sea un éxito

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Así debe secar la albahaca, sigue estos pasos para que sea un éxito

Hay más de una hierba aromática apreciada en la cocina mediterránea, y la ventaja de muchas de ellas es que podemos cultivarlas en casa de una forma muy sencilla. Si estás dando tus primeros pasos con tus propias plantaciones, habrá diversas preguntas que de seguro te estás haciendo. Una de ellas es cómo secar la albahaca para poder incluirla en tus platos y que mejoren sus sabores.

Valorada también en la gastronomía asiática, de sus hojas se suele destacar que funcionan como un poderoso diurético natural. Gracias a que crece rápidamente en cualquier tipo de espacios, entre ellos macetas, no deberías privarte de tenerla en tu hogar.

Cómo secar la albahaca

Un producto sumamente versátil

Si las cosechas y secas a tiempo, vas a poder usarlas en tus pastas y salsas, pero además en tus ensaladas o junto a las carnes. Asimismo, hay quienes las consumen por sí solas o las añaden a sus cócteles. Cualquiera que sea el caso, las hojas de albahaca demuestran la increíble versatilidad de las plantas aromáticas. Si nunca has tenido una, es una excelente primera opción.

Secar la albahaca al aire, lo ideal

Existen varios modos de hacer que las hojas se sequen antes de utilizarlas, aunque hacerlo al aire es el más recomendable de todos. Básicamente, todo lo que tienes que hacer es cortar las hojas y dejarlas en una superficie al aire libre pero lejos de los rayos solares.

Transcurridas unas tres a cuatro semanas, la hoja habrá perdido suficiente líquido y ya habrá adquirido ese gusto que la caracteriza. Ésta es la alternativa aconsejable si no tienes prisa, y quieres llenar un recipiente de albahaca seca para tenerla siempre a mano.

Ahora bien, si no puedes esperar tanto cabe la posibilidad de secar las hojas de albahaca en el horno. De nuevo, córtalas y límpialas. Mientras haces eso, precalienta el horno a una temperatura de 150° C y, cuando estén listas, extiéndelas sobre una bandeja con papel vegetal evitando superponerlas. Introduce la bandeja en el horno. Tras una media hora, es momento de retirarlas.

Secar la albahaca en el microondas es el último recurso. No es lo ideal porque no calienta tan uniformemente como el horno, si bien puede salvarte en caso de que no dispongas de otro sistema.

Para que el resultado sea perfecto, tendrás que estar atento ya que este aparato podría acabar chamuscando varias de las hojas. Sugerimos encenderlo a potencia máxima sólo durante 20 segundos. Transcurrido ese plazo, retira las que estén secas y vuelve a encenderlo unos cinco segundos, hasta secar todas las hojas.

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