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Cómo cuidar una planta de albahaca

La albahaca aporta un sabor muy especial a los platos

planta de albahaca
La albahaca aporta un sabor muy especial a los platos

La albahaca es una de las plantas a las que más partido podemos sacarle en la cocina, ya que sus hojas tienen propiedades muy interesantes y, además, le dan un sabor increíble a los platos. Si quieres saber cómo cuidar una planta de albahaca, sigue leyendo y toma nota de todo lo necesario para sacarle el mayor partido posible.

Esta planta es muy completa, y aunque su uso es principalmente culinario, lo cierto es que tiene también propiedades digestivas, antiespasmódicas, diuréticas, antiinflamatorias, antibacterianas, cicatrizantes y antisépticas. Sin duda es una de las plantas que más podrás aprovechar si la tienes en tu huerto, por pequeño que sea.

Claves para cuidar una planta de albahaca

  • Siembra: las semillas las puedes cultivar en un semillero o bien en una maceta o jardinera que tenga al menos 12 cm de diámetro para que haya espacio suficiente para que las semillas germinen separadas.
  • Sustrato: el más adecuado para la albahaca es el que hay especial para semilleros, y en caso de que no lo encuentres te servirá igualmente un sustrato para plantas de interior. Llena las macetas o semillero con el sustrato, pero que no quede apelmazado.
  • Semillas: una vez que tienes el sustrato preparado, ve cogiendo las semillas con pinzas pequeñas y repártelas sobre la superficie, siempre de manera homogénea y con una distancia de un par de centímetros entre ellas para que puedan germinar correctamente.
  • Riego: aplica el agua del primer riego con cuidado para que no entierre o desplace las semillas y estropee su posterior crecimiento. La frecuencia de riego no está definida en un tiempo concreto, debes regar siempre que veas que el sustrato se seca ya que debe mantenerse siempre húmedo pero no encharcado.
  • Ubicación: a la hora de cuidar una planta de albahaca debes tener en cuenta que necesita estar en un lugar en el que reciba la luz natural pero sin exponerse a corrientes de aire.
  • Temperatura: nunca debe ser inferior a 15ºC, por lo que quizás es recomendable tenerla en interiores para garantizar esa temperatura y colocar el semillero cerca de una ventana para que pueda recibir la luz solar.
  • Plantación: pasados 20-30 días desde su cultivo empezarán a salir los llamados cotiledones, que son las primeras hojas. Cuando esto suceda hay que plantarla en una maceta.
  • Trasplante: si al hacerse más grande la vas a pasar al huerto, puedes hacerlo de manera individual o en grupos de 2-3 plantas, siempre asegurándote de que la profundidad de la plantación tiene el nivel en el que se encuentren los cotiledones. Una vez que haces el trasplante, el sustrato debe ser el universal.
  • pH: es un dato muy importante a tener en cuenta, y lo óptimo en el caso de la planta de albahaca es que sea ligeramente ácido y se encuentre entre 5.7-6.2.

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