¡Se acabó el verano!: cómo limpiar la depuradora de la piscina

El verano está llegando a su final, y eso quiere decir que debemos realizar algunas tareas de mantenimiento de cara al próximo año. Una de las cosas que tienes que hacer es limpiar la depuradora de la piscina, de forma que el siguiente verano funcione como éste.

Recordemos que la depuradora es una máquina que se encarga de filtrar el agua de la piscina, manteniéndola limpia y cristalina. Suponiendo que no filtráramos el agua, ésta acabaría contaminada y repleta de bacterias que atentarían contra nuestra salud.

¿Cuándo y cómo se debe limpiar la depuradora de la piscina?

En líneas generales, aunque depende de la frecuencia de uso de las instalaciones, se recomienda cambiar el filtro de la depuradora dos veces al mes durante el verano. Esto es indispensable para que retenga toda la suciedad y asegure la pureza de la piscina. Gracias a los fabricantes, el filtro viene con un manómetro que advierte cuándo es el momento de limpiarlo o reemplazarlo.

El consejo es que limpies el filtro siempre que la aguja del manómetro se encuentre dentro de la zona amarilla antes de la roja. Utilizar la piscina con el indicador del manómetro en la zona roja significa que los integrantes de la familia están corriendo riesgos sanitarios. Es imprescindible que cuando notes el aviso de este sistema, descartes los filtros actuales y los sustituyas por nuevos.

Independientemente de si se trata de filtros de arena, de cartucho o de diatomeas, debes limpiarlos y cambiarlos cada dos semanas. Todos de una forma diferente, y como son los más comunes vamos a detenernos en las características de los de arena.

Notarás que estos filtros tienen un depósito con arena. El agua ingresa por la parte superior y las partículas de suciedad quedan atrapadas en la arena para ser drenadas por unos colectores y volver a la piscina. Para limpiar dichos filtros, pon la válvula directamente en posición de filtrado, para la depuradora y abre la llave del desagüe antes de desconectar la corriente.

Una vez desconectada la corriente, abre las llaves del sumidero y de los skimmers. Pon la bomba en marcha para que la suciedad abandone lentamente la arena. Espera a que el agua llegue al filtro por la parte inferior y ascienda, atravesándola. En minutos, comenzará a salir por el desagüe. Tienes que dejar que se limpie hasta que el agua salga transparente. Allí, desconéctala.

En un rato, los filtros de tu piscina estarán como nuevos. Podrás disfrutarla cuando quieras hacerlo.