La increíble razón de la derrota de Napoleón: dos microbios habrían sido la clave


La retirada de la Grande Armée de Rusia en 1812 fue uno de los episodios más catastróficos de la historia militar europea. El frío extremo, la falta de provisiones y las tácticas de tierra quemada implementadas por el ejército ruso son algunas de las causas que explican la devastadora pérdida de vidas (apenas el 20% de los hombres de Napoleón sobrevivieron). Sin embargo, un estudio reciente sugiere que también podrían haber influido factores biológicos que hasta ahora no se habían considerado: la presencia de microbios que desencadenaron enfermedades graves entre los soldados.
Científicos del Instituto Pasteur, en colaboración con la Universidad de Tartu en Estonia, realizaron análisis genéticos sobre restos humanos exhumados en Vilna, Lituania. El equipo de paleogenómica microbiana estudió los dientes de 13 soldados de la Grande Armée, aplicando técnicas avanzadas de secuenciación del ADN antiguo. «Acceder a los datos genómicos de los patógenos que circularon en las poblaciones del pasado nos permite comprender cómo las enfermedades infecciosas han evolucionado, se han extendido o han desaparecido a lo largo de la historia, e identificar los contextos sociales o ambientales que favorecieron estos eventos. Esta información ofrece claves valiosas para comprender y combatir mejor las enfermedades infecciosas de hoy», explica Nicolás Rascovan, responsable de la unidad de Paleogenómica microbiana en el Instituto Pasteur y último autor del estudio.
Grande Armée napoleónica en Rusia en 1812
El estudio detectó dos agentes infecciosos que podrían haber contribuido al debilitamiento de la tropa. En cuatro de los trece individuos se identificó Salmonella enterica subsp. enterica, serovar Paratyphi C, responsable de la fiebre paratifoidea, mientras que en dos de los restos se encontró Borrelia recurrentis, agente de la fiebre recurrente transmitida por piojos. La presencia simultánea de estos microbios podría haber agravado considerablemente la salud de soldados ya debilitados por el hambre y las duras condiciones de la campaña.
«Los resultados, aunque obtenidos a partir de fragmentos minúsculos y muy degradados, muestran que la Salmonella identificada pertenece al linaje Paratyphi C, ya documentado en Europa desde la Edad Media, mientras que la Borrelia hallada corresponde a una variante basal de B. recurrentis, emparentada con cepas medievales e incluso con genomas de la Edad del Hierro. Este hallazgo sugiere que ciertas enfermedades bacterianas persistieron en Europa durante milenios, emergiendo en episodios de crisis humanitaria y guerra», detalla Muy Interesante.
Los investigadores destacan que estos hallazgos ofrecen las primeras pruebas genéticas de la presencia de estos patógenos en la Grande Armée. «En la mayoría de los restos humanos antiguos, el ADN de los patógenos está extremadamente fragmentado y solo subsiste en una proporción muy baja, lo que hace que la obtención de genomas completos sea muy difícil. Disponer de métodos capaces de identificar sin ambigüedad agentes infecciosos a partir de estas débiles señales, y a veces incluso reconocer sus linajes, es por tanto esencial para explorar la diversidad patógena del pasado», añade Rascovan.
Contexto histórico
La invasión de Rusia emprendida por Napoleón en 1812 movilizó entre 500.000 y 600.000 soldados, conocida como la Guerra Patriótica de 1812. El ejército francés avanzó hasta Moscú, pero la falta de suministros, la resistencia rusa y las condiciones climáticas extremas obligaron a un repliegue devastador. Las estimaciones históricas sugieren que unos 300.000 soldados murieron durante la retirada.
Las enfermedades detectadas en el estudio coinciden con los síntomas descritos en relatos históricos: fiebre alta, diarrea y debilidad. «La coherencia entre las descripciones históricas de las enfermedades en la Grande Armée y los síntomas típicos de la fiebre paratifoidea y la fiebre recurrente aporta nuevas pruebas a la hipótesis según la cual las enfermedades infecciosas también contribuyeron al colapso de la campaña de 1812 junto con otros factores», afirma el equipo del Instituto Pasteur.
Técnicas de análisis
Para garantizar la validez de los resultados, los investigadores desarrollaron un protocolo innovador de autenticación del ADN antiguo, que incluye varias etapas de validación y análisis filogenético. Gracias a estas técnicas, fue posible determinar la identidad de las bacterias y, en algunos casos, establecer sus linajes específicos.
A pesar de los hallazgos, los autores advierten sobre las limitaciones del estudio. La muestra analizada (trece individuos) es muy reducida en comparación con los más de 3.000 cuerpos exhumados en Vilna y los cientos de miles de soldados movilizados. El estudio, publicado preliminarmente en bioRxiv el 16 de julio de 2025, se suma a investigaciones previas sobre Rickettsia prowazekii y Bartonella quintana. La combinación de frío, hambre y patógenos revela un cuadro mucho más complejo de la tragedia que sufrió la tropa francesa en suelo ruso.
El hallazgo de estos patógenos antiguos tiene repercusiones más allá de la historia militar, ya que puede orientar estrategias de prevención y control de enfermedades infecciosas actuales y futuras. En definitiva, el estudio del Instituto Pasteur y la Universidad de Tartu revela que, además del hambre, el frío y la resistencia rusa, las enfermedades infecciosas jugaron un papel crucial en la pérdida de vidas de la Grande.