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La razón por la que Albert López no podía recibir visitas en prisión

Albert López y Rosa Peral.
Albert López y Rosa Peral.
Nacho Molina
  • Nacho Molina
  • Periodista especializado en información de corazón y televisión. Me paso la vida hablando de la vida de los demás. Antes en La Vanguardia.

La vida de Albert López dentro de la prisión en la que deberá pasar los 20 años de condena por el asesinato de Pedro Rodríguez ha sido más complicado en las últimas semanas. Todo ha sido por culpa de un castigo recibido en el que ha tenido prohibido recibir visitas del exterior y en el que la culpable ha sido Rosa Peral.

Un jurado popular decidió que ambos participaron en la muerte del guardia urbano, por lo que desde ese momento cumplen condena, 25 años para Rosa y 20 para López. Su historia ha vuelto al primer plano de la actualidad gracias a la serie El cuerpo en llamas, protagonizada por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez, algo que a él no le ha venido nada bien.

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Este castigo llega después de que Netflix estrenase Las cintas de Rosa Peral, una larga entrevista en la que la propia condenada daba su versión de lo sucedido, algo que no gustó nada a las autoridades carcelarias. Esta aparición solo ha provocado que el morbo y el interés aumente, por lo que ella fue castigada.

Francisco Peral, padre de la ex Guardia Urbana, confirmó en Y ahora Sonsoles que su hija solo podría recibir visitas su hermano, sus hijas y de su propia padre. Desde el mismo programa se apuntaba que Albert también ha recibido el mismo castigo, aunque él no ha aparecido en ningún medio de comunicación.

Rosa Peral y Albert López.

Esta decisión, según el periodista Carlos Quílez, se debe a que en su lista de «las personas autorizadas para poder visitarle se encuentran dos periodistas y el hecho de que haya dos periodistas es el motivo que ha puesto sobre la mesa la dirección general para prohibirle todas las visitas, menos las de su familia».

Para evitar cualquier tipo de comunicación con los medios, Albert López también tenía «las comunicaciones telefónicas» completamente «restringidas». El abogado del condenado recurrió este castigo, asegurando que ha rechazado varias entrevistas y que seguirá haciéndolo porque prefiere guardar silencio.

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