Leiva se sincera sobre la enfermedad que pone en riesgo su carrera: «Es irreversible»
En su visita a 'El Hormiguero'


En la noche del jueves 16 de enero, Leiva ha sido el invitado estrella de El Hormiguero, de Antena 3. El cantante se ha sentado con Pablo Motos para hablar de su documental, que se titula Hasta que me quede sin voz, que está dirigido por varios de sus amigos del barrio y en el que cuenta su historia personal. El título es un aviso a todos sus fans del problema de salud que sufre desde hace años y que es muy posible que en algún momento le obligue a tomarse un descanso o incluso a retirarse de la música, al menos de las grandes giras.
Tal y como se cuenta en el documental, tiene un problema en las cuerdas vocales que le está dando más problemas de los deseados. «La lesión que tengo es irreversible y dependo de una operación para hacer shows, eso es un hecho. Yo noto, conforme pasan los años, que voy perdiendo voz, precisión, que voy perdiendo aguante», ha dicho a Motos. Sus seguidores bien saben que no es el único problema que sufre el ex de Pereza, ya que en el pasado (también en el programa de Antena 3), contó que es hipocondriaco, aunque ahora está mucho mejor, puesto que lo peor había pasado: «Ya no voy a urgencias dos veces por semana».
Sobre el problema en sus cuerdas, el artista ha confesado que su visita al plató era muy especial, puesto que ha tenido que estar en silencio durante muchos meses sin poder articular palabra. «Me han intervenido varias veces. Esta es la tercera vez que me operan y he pasado muchos meses sin voz, cuando digo muchos son muchos. Estoy estrenándome hablando aquí en público. Problemas gordos son otros, pero este como cantante es un obstáculo», decía.
Siguiendo las recomendaciones de sus médicos, ha explicado a los espectadores que siguió un truco que otro compañero de profesión como Raphael utiliza durante sus giras para forzar lo menos posible su garganta: «Con una pizarrita»
Pero no era lo único que tenía que hacer, ya que esos meses fueron bastante duros y necesito mucho tiempo de guardar silencio, por eso recurrió a todo tipo de actividades para mantener la cabeza despejada: «Corriendo, cocinando mucho y molestando mucho a todo el mundo, sintiéndome un desgraciado».
Pero este no es un problema puntual de Leiva, se trata de una de muchas, por lo que su temor a quedarse sin voz es su peor pesadilla: «A los maestros, los cantantes y los presentadores se nos suben los huevos porque piensas: esto no vuelve».
Este tema ya le ha obligado a bajar el ritmo en sus giras, asegurando que ha tenido que reducirlas de 80 a 30 conciertos, para así evitar más problemas. Eso no evita que cada vez que termina una de ellas es muy posible que tenga que pasar por el quirófano.
Leiva también habla en su documental sobre la pérdida de su ojo
En este documental, además de su voz, también ha querido sincerarse sobre el accidente que le hizo quedarse sin uno de sus ojos por culpa de un disparo que sufrió a los 12 años. «Me acostumbré a que me miraran desde pequeño, todo el mundo lo hacía y me sirvió de entrenamiento para luego ser conocido. Sentía que ya había vivido eso», confesaba.
«Tuve la suerte de que el accidente no daba lugar a mofas por ser un disparo. No tuve ningún trauma. Recuerdo que el celador que me llevó al quirófano aquel día me dijo que tenía mucha suerte porque el ojo era el único órgano con el que se podía seguir viviendo al perderlo», explicaba.
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