Es un manjar de dioses en Sevilla, pero en el resto de España todos salen corriendo al oír su nombre

En España, la gastronomía es sumamente rica. Llena de sabores, con platos y guisos potentes como los callos a la madrileña, la paella valenciana, el salmorejo cordobés o incluso el cocido montañés.
Pero también hay otros platos, menos conocidos, que sorprenden por sus ingredientes, su proceso, su sencillez o, directamente, por su nombre. Eso es lo que ocurre en Sevilla con una sopa muy típica, pero que muchos no se atreven ni a probar sólo por cómo se llama: el nombre ya hace que más de un estómago se encoja.
Esta es la sopa que nadie quiere probar en España
Esta es la ‘sopa de gato’. Aunque no lleva gato, y tampoco es para gatos, es más bien para valientes, porque con ese nombre, más de uno se levanta de la mesa antes de que el cucharón toque el plato (mucho más los niños).
Su origen se disputa entre Cádiz y Écija, pero fue en esta última, en plena Campiña sevillana, donde se hizo más conocida. La receta es muy humilde: pan del día anterior, verduras del huerto y poco más. Nada de lujos, sólo una mezcla de ingredientes que estaban a punto de echarse a perder y que, antes de tirarlos, se comían. Una clásica comida de aprovechamiento.
La base es un sofrito de ajo, pimientos y tomate, pan asentado cortado en rebanadas, caldo caliente y un huevo escalfado por encima. Si hay suerte, se le añaden espárragos trigueros, almejas o unas gambas. Pero no hace falta mucho para que esté buena. Con que el pan esté bien empapado y el caldo tenga cuerpo, es más que suficiente.
Hoy se sirve en casas, en bares de barrio, en mesones de toda la vida en Sevilla. Pero en el resto de España, casi nunca escucharás que te ofrezcan ‘sopa de gato’, aunque sea un básico sabroso y con mucha historia.
¿Cómo se prepara la sopa de gato?
La receta no tiene complicación, sólo hay que seguir el proceso y no tener miedo al nombre.
Ingredientes (para 4 personas):
- 1 tomate maduro
- 1 cebolla
- 4 dientes de ajo
- 1 pimiento verde
- 150 g de pan asentado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- 1 huevo por persona
- Caldo de pollo (mejor casero)
Procedimiento:
- Pica el ajo, la cebolla, el tomate y el pimiento en trozos pequeños.
- En una cazuela de barro, sofríe el ajo primero. Luego añade la cebolla, el pimiento y por último el tomate.
- Cuando el sofrito esté bien hecho, añade el pan en rebanadas y remueve.
- Cubre con el caldo caliente y deja que el pan se ablande.
- Haz un hueco por cada comensal, casca un huevo dentro y deja que se cueza justo lo necesario.
- Si se le quiere dar un toque extra, se recomienda añadir un puñado de espárragos, un poco de pimentón dulce, unas almejas bien limpias o unas gambas peladas. Eso le sube el nivel.
En Écija, el nombre de esta sopa no asusta a nadie. Saben que no hay ninguna mascota metida en la olla. Pero convencer al resto del país de eso… puede que sea tarea complicada.
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