Vox se querella contra la Generalitat por permitir las ‘cacerías’ contra sus dirigentes en Cataluña
Vox ha presentado este viernes una querella ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra el consejero de Interior de la Generalitat, Miguel Samper Rodríguez, por un presunto delito de omisión del deber de perseguir delitos, prevaricación y delito electoral. Acusan al alto cargo catalán de haber permitido los ataques y la persecución a Vox y sus dirigentes durante toda la campaña electoral, como ha ocurrido en Vic, Salt y otros municipios en los que los de Santiago Abascal han realizado actos de campaña.
La querella recoge multitud de pruebas documentales e imágenes recogidas durante la campaña electoral, en la que se describe el sistemático clima de violencia y acoso que ha rodeado a cada acto de la formación. Destacan especialmente las escenas vividas el pasado sábado en Vic (Barcelona), donde la comitiva de Vox fue apedreada y perseguida por una turba al finalizar el acto.
Vox presenta en su querella una serie de fotografías, que ofreció el pasado sábado OKDIARIO, en las que se ve el estado en el que terminó la furgoneta en la que viajaban en candidato Ignacio Garriga y el secretario general de la formación, Javier Ortega Smith. Docenas de violentos se arremolinaron junto a los vehículos y la emprendieron a patadas y pedradas, rompiendo las lunas, abollando la chapa y dejando huellas de botas por toda la furgoneta. También se incluyen en la querella las imágenes de un individuo que se subió al vehículo y circuló más de un centenar de metros en el techo golpeándolo insistentemente.
Vox alega la pasividad mostrada durante estos hechos por la Consejería de Interior, a quien dicen que les fue comunicada la ruta de salida de Vic para que se tuviera en cuenta a la hora de organizar el dispositivo. Sin embargo, llegado el momento, allí no había agentes de los Mossos d’Esquadra desplegados, sino violentos separatistas dispuestos a frenar a la comitiva y agredirla.
Tal y como desveló OKDIARIO unas horas después de estos hechos, agentes de los Mossos -encuadrados en las unidades BRIMO y ARRO que actuaron en el lugar- denunciaban haber recibido órdenes de mantenerse pasivos y no intervenir ni cargar contra los radicales. No se dio orden de identificar a los violentos ni mucho menos detenerlos, pese a que la situación mostraba actitudes claramente delictivas. No se hizo nada.
«El consejero de interior, junto con el secretario general, el director general de la Policía y el director general de Administración de Seguridad son las autoridades de seguridad pública con competencia para autorizar y sancionar determinadas actividades que afectan a la ciudadanía», recuerda la querella de Vox.
Dispositivos «insuficientes»
«El modus operando de estos grupos, apoyados al parecer por integrantes de los conocido como CDR, “Comités de Defensa de la República”, está consistiendo en la convocatoria para realizar “contramanifestaciones” en todos los actos de campaña que VOX anuncia, una vez en el acto, se concentran para impedir la celebración del mismo, gritando, vociferando, y elevando el nivel de violencia, pasando de los insultos a las amenazas, de éstas a las coacciones, y en algunas ocasiones, como se ha podido comprobar y son hechos notorios, a las agresiones físicas», relata Vox.
«En estos actos, por motivos de seguridad se ha dispuestos de numerosos efectivos de Mossos de Escuadra, que, en algunos momentos han resultado insuficientes para la contención de la violencia que han tenido que soportar los participantes de los actos de VOX, tanto líderes del partido, candidatos, cargos electos que acuden a los actos, afiliados y simpatizantes del partido».
Abascal: «Son órdenes de la Generalitat»
Toda esta situación ha sido denunciada explícitamente por el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, en su entrevista este viernes en OKDIARIO:»La desprotección a Vox ha sido ordenada por la Generalidad para que respondiéramos a los ataques».
«La Generalidad de Cataluña, por escrito, dijo que los actos de Vox debían ser atacados, debían ser escrachados. Dijeron que había que ir a impedirlos y atacar ese tipo de actos. Hasta tal punto eso fue grave, que la Junta Electoral tuvo que amonestar a la Generalidad de Cataluña dos semanas antes del inicio de la campaña electoral», indica Abascal en la entrevista.