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Abascal: «La desprotección a Vox ha sido ordenada por la Generalidad para que respondiéramos a los ataques»

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Carlos Cuesta

Santiago Abascal recorre Cataluña tras días de campaña. Y de ataques. “Mientras los golpistas están en la calle haciendo campaña, a nosotros nos atacan unos violentos que nos llaman fascistas”, denuncia el líder nacional de Vox en su entrevista a OKDIARIO tras un día de campaña. “Pero esa no es la realidad de las calles. No dejan de acercársenos personas a animarnos y a pedirnos que sigamos”, añade. Abascal sabe que los focos están más puestos sobre su figura que nunca. Y sobre el resultado de Vox. Por ello “la Generalidad ha diseñado y ordenado la desprotección de los actos de Vox: lo ha hecho de forma intencionada buscando que algún militante o simpatizante respondiera a los ataques y así poder mostrar una foto con la que afirmar que Vox es violento”. Abascal da un aviso: “No nos dan miedo esos ataques. Sabemos a lo que venimos: a quitar el separatismo”.

Pregunta.- Santiago Abascal, muchas gracias por concedernos esta entrevista. Nuevo día de campaña. Hoy han caído menos pedruscos…

Respuesta.- Bueno, es verdad que hoy no ha habido lanzamiento de objetos. Supongo que es una consigna ¿no? Porque se ve que también les va mal y se están dando cuenta de que Vox convierte las piedras en votos. Pero hoy ha habido una presión extraordinaria, una coerción en realidad hacia el acto de Vox, a pesar de que precisamente hoy la Junta Electoral le ha dicho a la Generalidad que tenía que proteger a Vox y que durante todos estos días se habían producido actos de coerción. Y lo hemos vuelto a vivir. Hoy hemos tenido una turba insultándonos y amenazándonos a escasos metros de nosotros. Tan cerca que me he bajado del atril y los he contado. He caminado hacia ellos dando pasos para contarlos. Han sido 15 metros. A 15 metros uno no puede desarrollar un acto político. Hemos tenido que hacerlo entre gritos, insultos, amenazas y teniendo que levantar la voz para hacernos escuchar. Realmente vivimos en la anormalidad democrática…

P.- ¿Cómo se lleva esto de venir a un sitio de España, venir con un partido  plenamente constitucional y encontrarte con una turba de elementos lanzando piedras? ¿Cómo lo lleváis vosotros? ¿Y cómo lo lleva la gente? Porque la gente tiene todo el derecho del mundo a ir al mitin que le dé la santísima gana.

 R.- Pues mira, he de decir que yo vengo entrenado. Pero aunque vengo entrenado, tengo todavía capacidad de indignación. En ningún momento lo vivo con normalidad y de hecho, en esos instantes yo reacciono con vehemencia en mis intervenciones y en mis gestos, el otro día dirigiéndome al jefe del dispositivo, hoy contando los pasos hasta los que increpaban y amenazaban. Realmente, yo no lo normalizo en ningún caso. Pero es verdad que no me da miedo porque he conocido este tipo de totalitarismos en mi tierra. ¿Cómo lo vive la gente? Pues yo creo que de dos maneras muy distintas. Tenemos una parte de los militantes que acude a estos actos, que normalmente son declaraciones a la prensa no muy multitudinarias por las circunstancias sanitarias. Pero quienes vienen creo que lo viven con un gran orgullo, como si estuvieran protagonizando un acto de valentía que creo que es lo que están haciendo todas esas personas que acuden en su pueblo a vernos y después se quedan allí, porque nosotros nos vamos. Pero ellos se quedan allí y viven la presión social. Y luego hay otra gente que lo vive quedándose en su casa y lamentándose de no haberse atrevido a ir, sobrepasar el cordón policial, sobrepasar a la turba de energúmenos. Creo que mucha gente lo vive así, con verdadero miedo.

P.- ¿Tú crees que tiene efecto? ¿Crees que los violentos consiguen ese efecto o pueden conseguir incluso el contrario? Es decir, el de ‘oiga, si usted ha enfocado a estos señores, usted que tiene unas ansias totalitarias, a lo mejor es que estos señores pueden ser la solución’.

R.- Yo creo que es algo difícil de medir. No tengo ninguna duda de que hay gentes que por solidaridad o porque en ese momento los totalitarios nos ponen en el foco, se dan cuenta de que para ellos somos la solución en Cataluña. Pero también creo que el dibujar siempre a Vox en torno a un ambiente de violencia, de crispación, según algunos medios, de enfrentamientos que nunca se producen porque son ellos los que atacan, hace que algunas personas puedan retraerse, que prefieran optar por algo que parezca más normal, algo que no te dé problemas. Lo he dicho muchas veces. Creo que la gente necesita respetarse a sí misma y creo que habría mucha gente dispuesta a votar a Vox, pero que elige otra opción más suave y tienen que convencerse de que no lo hacen por miedo. Necesitan respetarse a sí mismos. Por lo tanto, no creo que a nosotros nos venga bien estar permanentemente rodeados de una bronca, aunque no seamos nosotros los que la protagonizamos.

P.- ¿Qué necesita Cataluña para poder cambiar este clima en el cual no se respeta que una persona pueda defender lo que quiera dentro de la ley y la Constitución? Y ello, mientras nos dicen a los demás que tenemos que respetar aquello que se defiende fuera de la ley y la Constitución.

R.- Cataluña necesita ley, Cataluña necesita orden y Cataluña necesita terminar con la impunidad en la que han vivido todos aquellos que se han corrompido, que han robado a los catalanes desde la Generalidad, que han roto la convivencia, que han enfrentado a la sociedad, que han dividido Cataluña en mil pedazos, que han enfrentado a las familias, que han incumplido las leyes. Cataluña necesita que todos esos paguen, que todos esos comparezcan ante los jueces, que sean juzgados, que paguen por sus responsabilidades políticas y penales, por el daño a las libertades y por el daño a la economía y a la prosperidad de los catalanes. Pero claro, esto no se arregla de la noche a la mañana. Vox no viene a resolverlo aquí con una varita mágica. Nunca hemos engañado a nadie en ese aspecto. Nosotros lo que decimos es que lo que se ha roto en Cataluña durante décadas, desde el golpe de Estado blando iniciado por Pujol hasta el punto álgido del golpe de Estado de Puigdemont, se ha producido durante mucho tiempo. No se va a resolver ni en una semana, ni en un mes, ni en unos pocos años. Reconstruir todo lo que ha dañado la convivencia, fundamentalmente extirpar el odio, va a ser una tarea gigantesca, una tarea de décadas en las que todos vamos a tener que poner mucho de nuestra parte. Eso no significa que yo esté tendiendo la mano. Pondremos todo de nuestra parte una vez que haya ley en Cataluña, una vez que la Constitución impere y una vez que quienes han cometido delitos paguen y asuman su responsabilidad.

P.- ¿Qué te parece el hecho, o la paradoja, de que tú hayas recibido los ladrillazos, las piedras, y, mientras, en la misma campaña, a quienes tenían que estar dentro de prisión se les haya concedido un régimen para poder salir de las cárceles y hacer campaña electoral?

R.- Bueno, es una paradoja que sólo demuestra la falta de escrúpulos de la izquierda y del separatismo en un contexto en el que a Vox se le acusa de ser un partido fascista que incita al odio porque es un partido que hace sus actos y que defiende su mensaje, que no va a interrumpir los actos de los demás ni va a amenazar a nadie. Y, sin embargo, tenemos delante a esos que nos llaman fascistas y que han estado pactando con el Gobierno socialcomunista. A esos tipos de ERC que traen aquí a Arnaldo Otegi, un terrorista, un secuestrador, y que, por lo tanto, lo que hacen es aplaudir el atentado de Hipercor. Es una sociedad puesta del revés, y unos medios de comunicación puestos del revés que llaman al bien mal y al mal bien. Nosotros desarrollamos una lucha política en ese contexto y es muy difícil. Y por eso creo que el resultado que Vox va a obtener va a ser especialmente meritorio. Que será un buen resultado para Vox. Pero yo no espero de estas elecciones un gran resultado para España. Creo que no vamos a poder aplaudir, por muchos escaños que saque Vox, por el resultado que arrojen las urnas. Aquí va a haber que trabajar mucho hasta que podamos aplaudir un resultado electoral en Cataluña. 

P.- Nos vamos a meter en la furgoneta. La última vez que estuvimos en esa furgoneta venías con 12 diputados de Andalucía. ¿Te acuerdas? 

R.- (Risas) Sí, es verdad. 24 después, luego 52…No sé cuántos serán en el Parlamento de Cataluña, pero estoy convencido de que va a ser una representación muy digna y creo que va a ser una representación que va a empezar a luchar perseverando. Lo digo porque sería un poco pretencioso decir que Vox va a decir o hacer en el Parlamento de Cataluña lo que no ha hecho nunca nadie. Es verdad que lo estamos haciendo en algunos aspectos, hablando de inmigración ilegal, de la seguridad de los menas, enfrentándonos a todos los partidos. Pero no vamos a ser los primeros en levantar la bandera de España, la bandera de la libertad, o en protestar contra la imposición lingüística. Pero sí que vamos a ser los primeros en perseverar y en aguantar hasta el final. Y lo digo y lo hemos repetido en esta campaña. El PP tuvo una mayoría absoluta. No la empleó para dar más libertad a los catalanes. No la empleó para poner en su sitio a los golpistas y para detener el golpe aplicando un 155 permanente. Ciudadanos ganó las elecciones aquí. Se le ha reprochado que no se presentó como candidata a la Presidencia de la Generalidad, eso entiendo que es discutible. Pero abandonó la plaza a la primera de cambio. Eso es lo que no se puede hacer. Yo estoy convencido, sé que Ignacio Garriga no va a hacer eso. Ignacio Garriga está aquí para quedarse y para luchar hasta el final todos los días de su vida mientras los catalanes confíen en él.

P.- El Gobierno que puede salir de estas elecciones, según las últimas encuestas, podría estar encabezado por Junts o por ERC, que ha firmado un documento diciendo que no va a pactar nunca con Illa. Pero sin Illa no salen las cuentas. ¿Va a pactar el separatismo con Illa? Es decir, Illa, el PSOE en Cataluña, ¿es el cómplice de ERC? 

R.- Bueno, yo creo que estamos ante políticos que no tienen ningún escrúpulo, unos para romper el país y otros para mantenerse en el poder. Lo hemos vivido en el Gobierno de Madrid durante todo este tiempo. Hay un presidente del Gobierno que prometió, y hemos visto los vídeos miles de veces todos los españoles, que no iba a pactar con unos y con otros y pactó precisamente con esos unos y con esos otros. Ahora mismo el documento que han firmado todos los separatistas en Cataluña para decir que no van a pactar con Illa creo que es un papel mojado. Quienes no han tenido escrúpulos para atacar la legalidad, para dar un golpe de Estado, para robar a los catalanes -todavía vemos la impunidad de Pujol- no tienen ningún problema en firmar un papelito con intenciones electorales para arañar un voto más. Por lo tanto, este documento creo que no vale nada. A nosotros se nos ha dicho: ya veréis, entre ERC y el PSC qué decisión tomaréis… La decisión está tomada. El PSC y ERC ya son socios en el Gobierno de España y no tengo ninguna duda de que serían socios también en la Generalidad de Cataluña. Ya lo han sido. Lo fueron en la época de Maragall para dar el golpe de Estado, hablando del Estatut inconstitucional. Lo son ahora con Pedro Sánchez al frente de un Frente Popular, valga la redundancia, un Frente Popular apoyado por separatistas y terroristas, terroristas a los que pasean por Cataluña, insisto, y por lo tanto creo que no va a haber ninguna sorpresa. Estamos ante lo mismo. 

P.- Ahí faltaría un tercer socio que sería Podemos, cuyo máximo representante, Pablo Iglesias, acaba de decir que España no es una democracia «plena» porque Puigdemont o Junqueras están presos. Y Pablo Iglesias es el mismo que llamó a la alerta antifascista contra vosotros.

R.- Bueno, la actuación policial parece que también le sobra a Pablo Casado, por lo que he escuchado estos días. Pero bueno, eso forma parte más de un desnortamiento político que de una posición firme, clara y nítida, como la de Pablo Iglesias. Firme, clara y nítida en la maldad y en el proceso de destrucción de España. A mí la anormalidad democrática me parece la campaña que estamos viviendo nosotros, que no podamos expresarnos en libertad, que se nos haya apedreado en Galicia, en el País Vasco, en Cataluña, que se nos haya amenazado sistemáticamente, que no nos hayan protegido en definitiva, ni las Consejerías de Interior, ni el Ministerio de Interior, ni las Juntas Electorales, y que por lo tanto estamos viviendo en inferioridad de condiciones al acudir a una campaña electoral. Esa es la gran anormalidad política de España, causada por el comunismo, que está hoy en la Vicepresidencia del Gobierno, y por el separatismo. Y con la complicidad, por supuesto, del Partido Socialista.

P.- ¿Tú crees que lo que habéis vivido en los mítines, esa indefensión, corresponde a una  imprevisión de lo que podía ocurrir o a una decisión de ‘es mejor que ocurra’?

R.- La Generalidad de Cataluña, por escrito, dijo que los actos de Vox debían ser atacados, debían ser escrachados. Dijeron que había que ir a impedirlos y atacar ese tipo de actos. Hasta tal punto eso fue grave, que la Junta Electoral tuvo que amonestar a la Generalidad de Cataluña dos semanas antes del inicio de la campaña electoral. Es que lo han dicho por escrito. Después, lógicamente, cuando sucede no esperamos sentirnos muy protegidos. Ellos disimulan, los Mossos d’Esquadra están por allí. Eso sí, deseando intervenir y deseando disolver a porrazos todo ese montón de odio que se junta alrededor de nosotros para amenazarnos. Pero los mandos políticos no se lo permiten. Es más, les permiten que estén al lado de nosotros.

P: Y eso es una decisión…

R.- Yo estoy convencido de que es una decisión totalmente deliberada para ver hasta qué punto aguantamos, hasta qué punto asustan a los nuestros o hasta qué punto Vox, en un momento dado, no reacciona o no pierde los nervios. Nos salta un militante, un representante de Vox, que de repente, ante una agresión, ante una amenaza, se ve envuelto en una pelea. Eso ya sabemos lo que significaría: que ocuparía todo tipo de portadas, todo tipo de telediarios y aparecería como el partido violento, como el partido causante de los enfrentamientos.

P.- Tienes la sensación de que es posible que se haya buscado esa fotografía.

R.- Tengo la seguridad de que se busca esa fotografía. Y que se busca la provocación contra Vox para que Vox acabe deslegitimado.

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