Villarejo advierte que desvelará más ‘trapos sucios’ de «Pujol, Urdangarín, CNI, Prisa, Corinna…»

Villarejo
El comisario José Manuel Villarejo (EP).
Manuel Cerdán

José Villarejo manda un “aviso a navegantes” por medio de una carta remitida desde la cárcel de Estremera, donde permanece preso desde noviembre de 2017. El ex comisario adelanta que tiene previsto desvelar los “secretos” y los nombres de los protagonistas de todos los asuntos sucios en los que ha participado durante sus años de agente encubierto de la Policía.

En la carta, Villarejo adelanta algunos de los casos en los que participó con la aprobación de sus superiores del Ministerio del Interior y con la aprobación de La Moncloa, tanto en los gobiernos del PSOE como en los del PP. En todos ellos el comisario se convirtió en el intermediario en la sombra. En la misiva, Villarejo adelanta algunos de ellos y OKDIARIO resume los más importantes y mediáticos:

– Las gestiones para «desactivar la operación de independencia», organizada por CiU cuando anticipó las elecciones en 2012.

– Las operaciones de inteligencia para «forzar la investigación del ‘Clan Pujol’» que, según el comisario, era «el instigador y jefe de esta deriva independentista».

– Los pagos a uno de los testigos «para conseguir su colaboración para demostrar la mayor operación de blanqueo por importe de 2000 millones de euros entre el ‘Clan Pujol’, Prisa y el Banco de Santander».

– Las gestiones sobre el ciudadano iraní Massoud Zandi, «socio del poderoso Juan Luis Cebrián que terminó manteniendo una íntima relación con una destacada personalidad judicial para evitar su imputación».

– Las maniobras para ocultar información que en 2015 advirtió sobre confidentes peligrosos como el imán de Ripoll –el cerebro del atentado de Barcelona– y que, según Villarejo, «el destituido Sanz Roldán ignoró tan irresponsablemente».

– La ocultación de datos, «compartidos con el CNI», sobre el atentado del 11-M de 2004.

– La denuncia que en su día interpuso sobre la utilización de datos que Villarejo recibió de la princesa Corinna «por parte de un ministro para asegurar el puesto que ahora ocupa».

– El archivo de la profusa información que aportó «sobre los pagos ilegales que Podemos recibió de Venezuela y los contactos que mantuvo con ETA».

– Y las presiones que recibió de la Fiscalía del Tribunal Supremo para «evitar que la causa sobre José Blanco se cerrara”, entre muchos otros.

Grande Marlaska y un yate con coca

En la carta, además, Villarejo acusa al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, de «dejar pasar un barco con coca» cuando era magistrado en la Audiencia Nacional, a cambio de información sobre posibles atentados de ETA a fin de neutralizarlos. El beneficiado de la operación, según el ex comisario, fue Alex B. –conocido como El Chacal–, el que fuera lugarteniente de Carlos Gastón, uno de los jefes de los GAL en la guerra sucia contra la banda terrorista.

El comisario rechaza las acusaciones de actuar como «un espía veterano que se vende por dinero» y afirma también que «su hoja de ruta» pase por «chantajear». Y añade: «En el CNI, en parte de la Policía y la Fiscalía se tiene verdadero pavor a lo que voy a relatar para defenderme. Sólo ese miedo, ligado a la cobardía y la estulticia, justifica hoy mi injustificable presencia entre barrotes por cuyo resarcimiento pelearé en las más altas instancias europeas».

Villarejo, citando al personaje ‘Funes el memorioso’ de una de las novelas del escritor argentino José Luis Borges, que tenía «una memoria infinita y desbordante», asume su mismo papel: «Mi memoria es un vertedero de basura».

Cambio de postura

El cambio de postura de Villarejo, que hasta la fecha se ha mantenido fiel a su compromiso de respetar la confidencialidad sobre operaciones de Estado, tanto «sucias» como legales, se debe a una información publicada en la Prensa sobre la apertura en septiembre de 20 nuevas piezas dentro del caso Tándem. El sumario que instruye el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional cuenta en estos momentos de diez subcausas, todas ellas basadas en las grabaciones que el comisario guardaba en su domicilio y despacho.

El comisario se queja se su indefensión tras la información publicada por El País y señala a los servicios secretos como los impulsores de esas investigaciones tras «haber habilitado al CNI para ello como policía judicial». Para el ex comisario el objetivo final de la apertura de las 20 piezas es mantenerlo en la cárcel.

Villarejo, que se presenta como un «chivo expiatorio», comenta sobre ‘El País’, el diario que publicó la información: «No me extraña que siempre sea ‘El País’ el elegido para pulverizarme. Pesa mucho aún el entorno de Sogecable en esas ‘fuentes judiciales’, por la operación en la que participé, y conozco bien, para descabalgar a un juez molesto por otro más afín a los intereses del Grupo Prisa».

El ex comisario se refiere a una serie de conversaciones con un ex juez próximo a Prisa «para pactar que situara a un protector suyo y de paso eliminar al instructor molesto».

Y busca una explicación sobre la confiscación de algunas de las cintas que los agentes de la Unidad de Asuntos Internos se llevaron de su domicilio, pero que no han sido usadas para abrir otras piezas separadas: «Ahora puedo entender mejor que era esencial robarme las micro-cintas que guardaba en la caja fuerte y que contenían todas las gestiones que realicé en el tema Sogecable, cintas que tras la incautación ya habrán desparecido como tantas otras para siempre».

Villarejo concluye su alegato exponiendo sus temores de que el «CNI, la Fiscalía y algunos mandos policiales estén expurgando, borrando, las pruebas que a unos y a otros comprometen». Y recuerda que todo el material en su poder que los agentes de la Unidad de Asuntos Internos le incautaron ocupa 40 terabytes.

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