Comín ha cobrado el finiquito desde Bruselas pero no admite que esté destituido: «Yo soy conseller»

Toni Comín
Toni Comín, ex conseller de Sanidad de Cataluña (Foto: Generalitat)

El número 7 de ERC por Barcelona, Toni Comín, ha asegurado este lunes que no reconoce su destitución como consejero de Salud de la Generalitat como consecuencia de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, a pesar de que sí ha cobrado el «finiquito» que le corresponde por concluir la relación laboral.

«Más allá del secuestro del circuito administrativo, más allá del secuestro de las finanzas de la Generalitat, yo soy conseller», ha respondido en una rueda de prensa en Bruselas.

Al ser preguntado por si no sería más coherente con su reivindicación haber renunciado al finiquito, Comín ha eludido la respuesta directa y ha argumentado que defiende su derecho a seguir cobrando su sueldo aún estando en Bélgica, a donde viajó junto a otros tres ex consejeros y al ex presidente Carles Puigdemont para eludir la citación de la Justicia española.

«No caeremos en el error de la víctima de violencia de género que cuando le duele la herida tiene cierto sentimiento de culpabilidad», ha continuado, estableciendo un paralelismo con su exilio en Bélgica.

«Sabemos muy bien que nuestros dolores tienen un responsable único y exclusivo que es un Estado autoritario», ha remachado.

Comín ha añadido que no discute que el Estado le considere destituido, pero ha insistido en que el ex Govern en pleno no se considera tal porque su posición no depende de la administración, «sino del reconocimiento que hacen los ciudadanos de la legitimidad de unas leyes».

Así, se ha mostrado convencido de que el 21 de diciembre se impondrán las listas independentistas en las urnas y, por ende, quedará claro que «políticamente» los catalanes no consideran que estén destituidos.

«Mientras estemos en el exilio somos consellers», ha insistido, para después aclarar que se está costeando su estancia en Bélgica con sus ahorros y añadir que volverá a casa «en cuanto ganemos».

Comín, que no podrá votar en las elecciones del 21-D porque no cumplió los trámites necesarios para ello en el Consulado español en Bélgica, ha revelado que un familiar «muy cercano» votará en su nombre.

«Mi voto estará en las urnas», ha celebrado, tras aclarar que no quiere dar la identidad de la persona que le facilitará su voto, pero que se trata de alguien que se ha abstenido en anteriores convocatorias.

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