EL FOCO DE MARÍA ZABAY

«El tiro en el pie de la política energética de la UE»

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Asalta la duda de qué ocurrirá con el precio de los combustibles este verano en un momento en el que, tras cinco semanas consecutivas de subidas, los carburantes rompieron su tendencia al alza en la primera semana de operación salida del verano. Los precios nos han dado un leve suspiro, especialmente el diesel que ya suma veintiuna semanas seguidas por debajo del precio de la gasolina.

Nacho Rabadán, director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), cree que los precios se mantendrán; sin embargo, advierte de subidas en los últimos meses del año debido a la estrategia seguida por Arabia Saudí durante este año, reduciendo sus emisiones con el fin de provocar más demanda que oferta y subir precios. Ya consiguieron fijar el precio suelo del barril de brent en 75 dólares. No obstante, conviene tener presente que los precios son buenos comparados con los que hemos tenido el último año, pero si comparamos con años anteriores, el precio de la gasolina está unos 40 céntimos más cara que en 2020 por estas fechas y el del gasoleo 60 céntimos más; es decir, siguen estando altísimos.

La administración Biden ya está avisando de que a final de años los precios del combustible subirán porque habrá más demanda que oferta.

Nacho Rabadán recalca que no entiende «la política energética de la UE consistente en darse un tiro en el pie. Mientras China (ya quinto productor mundial de petroleo) se asegura el suministro de energía, la UE hace justo lo contrario. Es imposible abrir una refinería en Europa».

Es importante recordar que, en la última década, Europa ha reducido su capacidad de refino un 10% y esto repercute directamente en el precio que tiene en sus mercados porque no sólo dependemos del precio del crudo de otros países, sino también de la reducida capacidad de la UE a la hora de convertir el petróleo en combustible.

Otro de los puntos claves al hablar de combustibles es la prohibición del Parlamento Europeo de la venta de coches nuevos con motor de combustión a partir del año 2035. Esta prohibición fue aprobada el pasado mes de febrero. Un cambio ante el que surgen numerosos interrogantes sobre las alternativas. Aunque en el Parlamento Europeo y los respectivos Gobiernos de la UE se ha fijado el coche eléctrico como único objetivo, analizamos con Nacho Rabadán otras opciones muy interesantes como los ecocombustibles, especialmente los biocombustibles.

Los ecocombustibles son combustibles líquidos bajos en carbono que provienen de materias primas alternativas al petróleo, como residuos forestales y agrícolas o CO2 capturado. Dentro de ellos están los biocombustibles y los sintéticos. Marcas como Porsche, Mazda, Lamborghini y Audi ven en los combustibles sintéticos una opción viable porque tienen el potencial de reducir las emisiones de carbono; sin embargo, su producción presenta algunos desafíos. En primer lugar, es una tecnología costosa que requiere grandes cantidades de energía y de inversión en i+D. Son pocas las empresas del sector que invierten en la investigación y el desarrollo de motores térmicos. Como apunta Nacho Rabadán, para que las compañías inviertan en el desarrollo de estos combustibles necesitan seguridad jurídica.

Por otro lado está el precio de estos nuevos combustibles que, aparentemente, oscilará entre los 2 y 3 euros por litro, lo que representaría un aumento del 50% en comparación con el precio actual de la gasolina, lo que nos lleva a la anterior reflexión. Si no hay seguridad jurídica, practicamente no hay inversión, se producen pequeñas cantidades y sus costes son elevados. Además, Nacho Rabadán advierte de la importancia de conocer quién hace estos cálculos y qué intereses tiene detrás.

Analizamos también en esta entrevista la mezcla de los combustibles fósiles con etanol y lo que podría reducir la contaminación y los costes. España exporta etanol a Francia, país en el que en más de 4000 gasolineras se vende 85% de bioetanol con 15% gasolina de origen fósil con una exención fiscal, lo que supone llenar el depósito cueste la mitad. En 18 países de la UE el combustible lleva un 10% de etanol que baja el precio, mientras que en España sólo un 5%. Nos indica Nacho Rabadán que «si pusiesemos un 10% de etanol se conseguiría una reducción de emisiones de CO2 equivalente a quitar de la carretera 511.000 coches de combustión interna» y recalca: «En España, cuanto más renovable es una gasolina, más impuestos paga».

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