El Supremo sentenció que en una sauna del suegro de Sánchez se «ejercía la prostitución»
Una sentencia del Supremo de 2001 describe las instalaciones del prostíbulo Princesa
La Policía constató la prostitución de esa sauna y así figuró también en otra sentencia del Tribunal Superior de Madrid

El Tribunal Supremo sentenció en 2001 que se «ejercía la prostitución» en una sauna regentada por la familia del suegro de Pedro Sánchez. La resolución judicial, que adelanta OKDIARIO, indica que la Policía tenía constancia de que ese local era un prostíbulo en realidad, pese a tener la denominación de «sauna». Otra sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid certificó igualmente ese hecho. Así, este fallo del tribunal madrileño detalló que en dicho establecimiento, la «Sauna Princesa», se «realizaba una actividad de prostitución en las habitaciones del piso de arriba del propio local, en las que se disponía de sauna, jacuzzi, camas, etc».
La sentencia del Supremo anuló la orden de expulsión del país dictada por el Gobierno de Felipe González (PSOE) de una ciudadana guineana. Su expulsión se anuló por no existir prueba fehaciente de que dicha mujer ejercía la prostitución pese a que estaba en el local de los Gómez Serrano dedicado a esta actividad.
La sentencia del Alto Tribunal, fechada el 7 de diciembre de 2001, revela detalles sobre las instalaciones y el funcionamiento del prostíbulo Princesa. El fallo judicial establece jurisprudencia sobre la necesidad de pruebas concluyentes para decretar expulsiones por ejercicio de prostitución, aunque da por probado, ante los datos aportados por la Policía, de la naturaleza de prostíbulo que tenía ese negocio familiar del suegro de Sánchez.
La resolución del Supremo identifica específicamente las características del establecimiento donde operaba la familia de Begoña Gómez.
La sentencia del Supremo describe un local por dentro «acondicionado para el desarrollo de actividades de prostitución». Esta descripción judicial evidencia el conocimiento oficial sobre la naturaleza del negocio desarrollado por los familiares del actual presidente del Gobierno y sus socios. La minuciosa descripción judicial demuestra el escrutinio al que fue sometido el establecimiento.
Pese a reconocer la actividad prostibularia del local, el Supremo anuló la expulsión de la ciudadana de Guinea Ecuatorial por «falta de prueba de cargo o incriminatoria en su contra». La mujer negó categóricamente ejercer la prostitución en el establecimiento.
La extranjera alegó que «estaba trabajando en ese local de camarera solamente» y que recibía «mensualmente 150.000 pesetas [900 euros actuales] de sus padres desde Guinea Ecuatorial». Su versión no fue desmentida por la autoridad administrativa con pruebas fehacientes.
La Audiencia Nacional ya había estimado su recurso en 1997, declarando que no existían pruebas de que ella en particular ejerciera la prostitución. La sentencia consideró que, «quedando sin prueba los hechos», no se podía mantener la orden de expulsión.
El Tribunal Supremo ha establecido que la existencia de prostitución en habitaciones no implica automáticamente que todas las personas presentes en el local ejerzan dicha actividad.
Negocio familiar consolidado
El prostíbulo Princesa formaba parte del entramado empresarial de la familia Gómez Serrano, según revelan fuentes conocedoras del negocio a OKDIARIO. El establecimiento era regentado por Francisco Enrique Gómez Serrano, tío de Begoña Gómez, actual esposa del presidente del Gobierno.
Un ex empleado del establecimiento ha confirmado a esta redacción que «el tío de Begoña era el recaudador, 15.000 pesetas [90 euros] el polvo». El testimonio desvela una estructura organizativa donde «Enrique, que era el mayor, era el dueño y supuestamente con el contable recogía los fondos».
El negocio disponía de instalaciones sofisticadas que justificaban tarifas elevadas. «Recogían el dinero de la recaudación; 50 la puta y 50 él por poner la sauna, se ganaba mucho dinero», explica el ex trabajador sobre la distribución de beneficios.
Patrimonio millonario
San Bernardo 36 SL, una de las sociedades que canalizaba estos negocios familiares turbios, ha mantenido un patrimonio inmobiliario valorado en cerca de un millón de euros. La empresa conserva seis propiedades repartidas por Madrid, Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares y Segovia.
Entre los inmuebles destacan locales comerciales en Alcalá de Henares adquiridos en 2008, con superficies de 116,15 metros cuadrados útiles. También figura una vivienda de 90,52 metros cuadrados en la misma localidad, junto a plazas de garaje en distintas ubicaciones madrileñas.
La sociedad llegó a poseer un apartamento en Mojácar que posteriormente vendió a la propia Begoña Gómez en 2013. Esta operación se produjo antes de que Pedro Sánchez accediera a la secretaría general del PSOE en julio de 2014.
El testimonio del ex empleado de Sauna Princesa revela prácticas corruptas que habrían garantizado la continuidad del negocio prostibulario. «Estaban invitados para lo mismo y era la propia familia Gómez la que invitaba a estos policías, les invitaban a las copas y a lo que fuera», asegura sobre la presencia de agentes.
La connivencia policial se extendía a «altos cargos» que acudían a una zona próxima a la Plaza de España donde «hacían sus rollos e historias». Esta protección habría permitido el funcionamiento continuado del prostíbulo sin interferencias legales significativas.
El soborno mediante servicios gratuitos constituía una práctica sistemática según el testimonio recogido. Los agentes recibían invitaciones que incluían tanto bebidas como servicios sexuales en las «habitaciones con sauna y jacuzzi», creando una red de complicidades que blindaba la actividad empresarial.
La confirmación judicial de la existencia de prostitución en un establecimiento familiar del suegro de Sánchez plantea interrogantes sobre el pasado empresarial de la familia política del presidente, quien luego recibió propiedades y entregas de dinero de su suegro.