Los socialistas se rinden al separatismo: el PSC aprobará «el reconocimiento de Cataluña como nación»
"Reconocer Cataluña como una nación y España como un Estado plurinacional es nuestra manera de entender nuestra unión y la igualdad en la diversidad", defiende el PSC en su programa marco para el congreso de diciembre
El PSC de Miquel Iceta confirma su apuesta decidida por considerar a Cataluña como una «nación» y a España como «Estado plurinacional». Así se recoge en el documento marco que los socialistas catalanes someterán a debate en el congreso que celebrarán los próximos 13 a 15 de diciembre, fechas que podrían coincidir con la eventual investidura de Pedro Sánchez. El presidente en funciones prepara en estos días una respuesta al órdago de ERC, partido que exige una ‘mesa de negociación’ sobre Cataluña como condición para apoyar la investidura. Los votos republicanos (aunque sea por abstención) son imprescindibles para que Sánchez se revalide en La Moncloa.
La influencia de Iceta es determinante para el candidato del PSOE. En vísperas de las elecciones del 10-N, Sánchez ya se plegó a las exigencias del catalán de introducir la polémica «plurinacionalidad» en el programa, un concepto que genera mucha controversia en el partido.
Sin embargo, en el documento marco para su 14 congreso, el líder del PSC se descubre, rotundo: «Reconocer Cataluña como una nación y España como un Estado plurinacional es nuestra manera de entender nuestra unión y la igualdad en la diversidad».
El documento marco, que vertebrará la acción del PSC en los próximos años, subraya que «tanto Cataluña como el resto de España son plurales y diversas», «un conjunto de pueblos con singularidad propia». «España es un país moderno -plurilingüe y pluricultural- que se fundamenta en la garantía del derecho de autonomía de los pueblos que la integran», defienden los socialistas.
Los socialistas atacan el «nacionalismo conservador hegemónico» durante décadas en las instituciones catalanas, y su «decisión de exacerbar los sentimientos», provocando la división entre «los que consideran qué es y quién no es catalán». Esto, dicen, «ha provocado una crisis institucional sin precedentes», agravado por «el victimismo»de los independentistas de quienes denuncian la «tergiversación» de la historia y el «uso partidista» de las instituciones, así como «la falta de neutralidad de los medios de comunicación» y la «instrumentalización política de los sentimientos».
Acuerdo entre fuerzas catalanas
En este contexto, Iceta reitera su propuesta ‘federalista’ para el «reconocimiento, autogobierno y gobierno compartido», para «una financiación justa y suficiente» y el «respeto a la pluralidad». La solución al órdago independentista, dice, pasa por «el diálogo, la negociación y el pacto», matiza, «desde un total respeto a la legalidad». «Un conjunto de reformas acordadas entre fuerzas catalanas y refrendadas por el conjunto de la ciudadanía».
El líder de los socialistas catalanes apuesta decididamente por el diálogo para superar «la división en bloques que no se miran». «El resentimiento sólo nos ha conducido al empeoramiento de la situación», advierte.
ERC someterá al escrutinio de sus bases, el próximo lunes, un eventual apoyo a la investidura. La pregunta de los republicanos es enrevesada: «¿Estás de acuerdo con rechazar la investidura de Pedro Sánchez si previamente no hay acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación?». Una pregunta lo suficientemente ambigua -hay que tener en cuenta además que ese referéndum no es vinculante- para que la dirección pueda seguir avanzando en las negociaciones.
A las presiones de Iceta se añaden las de Pablo Iglesias. Quien será vicepresidente del hipotético Gobierno socialcomunista se erigió este jueves en mediador con los separatistas, al asegurar: «Vamos a tener un Gobierno que asuma el diálogo como eje fundamental de la acción política que afronte el problema de la plurinacionalidad en España y el diálogo en Cataluña».
En su maniobra de presión, los independentistas intentarán sacar el máximo rédito posible. ERC se encuentra además entre la espalda y la pared por la postura de Junts per Catalunya, más crítica con el acuerdo. El presidente catalán, Quim Torra, se mantiene instalado en el «derecho a la autodeterminación» y la liberación de los condenados por el ‘procés’.
El plan viene de lejos. El pasado diciembre, OKDIARIO ya reveló el documento del PSC ‘Catalunya 2019’, en el que se reconocía explícitamente el reconocimiento de «Cataluña como nación». Por entonces, Sánchez intentaba ganarse el favor de los secesionistas a sus Presupuestos.
«La realidad es que Cataluña es una nación plural y diversa y España una nación de naciones», defendían los socialistas catalanes. En el documento, se equiparaba a Cataluña con España, al afirmar que sus «historias están entrelazadas» o que «la historia de Cataluña no se puede entender sin la de España en su conjunto y viceversa».
El partido de Iceta abrí también la crítica hacia la Constitución: «Hacemos un balance positivo de los 40 años del Estado de las Autonomías, pero consideramos que hay que corregir las disfunciones detectadas y adaptarlo a los nuevos tiempos. La vía del acuerdo es la única eficiente, viable y legítima para renovar nuestras reglas de convivencia y combatir la fractura social”.
En definitiva, los mismos argumentos que ahora recupera, en un momento crítico para Sánchez, determinado a ganarse el favor del secesionismo.