Los socialistas hacen bandera de Companys, el responsable bajo su mandato de 8.000 asesinatos

6 de Octubre
Lluís Companys en prisión.
Carlos Cuesta

El nuevo héroe del PSOE es la persona bajo cuyo mandato se produjeron más de 8.000 asesinatos en Cataluña. El mismo que permitió esas muertes, en muchas ocasiones sin juicio. Y el mismo al que el propio Cambó calificó de igual de “delincuente” que los franquistas.

Lluís Companys se ha elevado a los altares por el separatismo catalán y ahora por el socialismo. Pero este héroe tiene un pasado. Negro y tenebroso. Un pasado en el que, en aquella época (1917-1923) en la que los empresarios catalanes tenían que contratar pistoleros para defenderse de los ataques de los terroristas anarquistas, él ejercía -bajo el apodo de El Pajarito como abogado de los anarcosindicalistas de la CNT amantes de eso que ellos denominaban la “acción directa”: asesinar a quienes consideraban su enemigo ideológico.

Un pasado en el que Companys, lejos de sufrir el impacto de esa violencia que defendía, ascendía en el poder. Tanto que a partir del 31 de diciembre de 1933, y a la muerte de Maciá, fue nombrado sucesor de esa autonomía catalana que ahora muchos olvidan que existía.

Y, poder en mano, a Companys le faltó tiempo para demostrar lo héroe de la libertad que era: entre sus primeras medidas se encontró el nombramiento de Dencàs como consejero de Gobernación, a quien encargó la formación de los escamots: una milicia armada, vinculada orgánicamente al Estat Català.
Pero los escamots no llegaron a tener el efecto deseado. Por ello, decidió crear el Comité Militar Revolucionario. Una unidad compuesta por 8.000 voluntarios separatistas, miembros en su mayoría de las Juventudes de Esquerra Republicana-Estat Catalá, a las que dotó de 20.000 fusiles, para, como todo el mundo puede imaginar, convencer con el diálogo y la paz de las ventajas de la independencia.

Sus milicias prosperaron y se convirtieron en el núcleo del Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña, fundadas por decreto del presidente Companys el 26 de julio de 1936. Un grupo armado que, bajo su mandato y responsabilidad directa, dejó la nada desdeñable cifra de 8.129 asesinatos en Cataluña. Sin juicios ni garantías legales. Pero con mucha puntería: la mayoría eran civiles pertenecientes a partidos de derechas, miembros del clero o empresarios.

Companys no pensó que aquello fuese suficiente para su plan. Y por ello ordenó la creación de campos de concentración, como el de Omells de Na Gaia, y autorizó a las diferentes formaciones del Frente Popular la creación de sus propias checas. Por supuesto, él personalmente firmó varias de las sentencias de muerte.

Ese es el héroe del nuevo socialismo. El mismo que dio un golpe de Estado contra la República que el propio PSOE reivindica, contribuyendo al estallido de una guerra fraticida y causando 107 muertos en 10 horas.
El mismo que colectivizó ilegalmente 500 fábricas, implantó el comunismo libertario en Cataluña mientras sus consejeros de Economía (Tarradellas) y su delegado en Francia (Puig y Ferreter) se fabricaban un exilio desahogado desde el punto de vista económico.
El mismo cuyas milicias asesinaron al 30% del clero catalán y destruyó 7.000 edificios religiosos.

Y el mismo del que Francesc Cambó llegó a señalar que: “Lluís Companys no había sido nunca catalanista, sino que en su primera juventud era netamente anticatalanista. (…) El fusilamiento fue un inmenso error de Franco. ¿Injusto? Él, el 6 de octubre, había cometido igual delito que los militares, y fue indultado. En el 1936, él hizo fusilar a todos los militares sublevados”.

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